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Conducir de noche, un arte no apto para cualquier cuerpo: estos son los cambios que experimenta el organismo

El reloj biológico se puede ver afectado a la hora de emprender un viaje en la noche; se recomienda hacer pausas cada dos horas.

23 de septiembre de 2025, 7:35 p. m.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los microsueños pueden ser responsables de hasta el 20% de los accidentes de tráfico
La industria automotriz ha desarrollado sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) para detectar signos de fatiga. | Foto: Getty Images

Conducir es una experiencia que para muchos es placentera y para otros simplemente significa una actividad que deben realizar de manera obligada para ir al trabajo, desplazarse en la ciudad, atender clientes o por temas laborales.

Sin embargo, hay algunas condiciones que pueden hacerla mucho más difícil; más allá de la congestión o de la forma como se comportan otros conductores, conducir de noche es una labor bastante ardua que implica mayores capacidades y un nivel más alto de concentración.

Menor visibilidad, luces en contra, mayores factores distractores, fatiga visual y el cansancio propio del cuerpo, son algunos factores que pueden mermar las capacidades al frente del volante, por lo que es necesario contemplaras si se quiere emprender un viaje de noche o aceptar un trabajo que implique conducción nocturna.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los microsueños pueden ser responsables de hasta el 20% de los accidentes de tráfico
Los microsueños son episodios breves de pérdida de conciencia que duran entre 1 y 10 segundos. | Foto: Getty Images

¿Qué le pasa al cuerpo cuando se conduce de noche?

Visión, lo primero que se afecta

Este es el principal sentido para poder manejar y también es el primero que se afecta a la hora de conducir por la noche.

La dilatación de la pupila para retener más luz evita que se pueda hacer énfasis en detalles precisos, calcular la profundidad y distancia e impide la fácil identificación de los colores.

Los datos de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo indican que la agudeza visual se llega a reducir hasta en un 70 %.

Otro dato relevante tiene que ver con las luces en contra; en ese momento, los conductores pueden experimentar ceguera hasta por tres segundos, según la American Academy of Ophthalmology, tiempo en el que un carro que circule a 100 km/h puede alcanzar a recorrer hasta 80 metros.

Alteraciones en el reloj biológico

El ritmo circadiano, que no es otra cosa que el reloj biológico con el que se regulan los ciclos del sueño puede sufrir alteraciones, afectando las horas de descanso y reparación, más si se tiene en cuenta que el cuerpo humano está diseñado par dormir en las horas de la noche.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los microsueños pueden ser responsables de hasta el 20% de los accidentes de tráfico
Hay vehículos y tecnología que ayudan a evitar los microsueños y a alertar a los conductores. | Foto: Getty Images

Algunas organizaciones como la National Sleep Foundation, en Estados Unidos, han llamado la atención sobre el aumento de la posibilidad de somnolencia al volante para quienes conducen entre la medianoche y las 6 de al mañana, lo que significa un incremento importante en la posibilidad de sufrir un accidente, comparado con quienes conducen de día.

Estos episodios son conocidos como los ‘microsueños’, situaciones altamente peligrosas para cualquier personas que conduzca y el entorno, pues son una de las principales causas de accidentes de tránsito.

Agotamiento físico

El cansancio es propio de la noche y se percibe tanto en el cuerpo como en el cerebro; personas que salen de sus trabajos a conducir, o con elevados niveles de estrés o cansancio elevados, pueden experimentar pérdida en la capacidad de reacción ante cualquier emergencia.

Frenadas más demoradas, identificar peatones o animales cruzando, percibir vehículos detenidos y sin luces, son algunas de las acciones que se pueden ver alteradas por la falta de descanso.

No hay la misma concentración

Conducir de noche es supremamente complicado, razón por la que el cerebro debe estar concentrado; sin embargo la falta de luz puede hacer que no se calcule con exactitud la profundidad y distancia de los objetos.

Lo más seguro en una tormenta eléctrica es permanecer dentro del vehículo.
Los reflejos en los vidrios pueden afectar la visibilidad a la hora de conducir en horas de la noche. | Foto: Getty Images

Así mismo, la oscuridad puede llevar al conductor a cerrar los ojos, pues la falta de estímulos y la mirada fija en algún punto puede favorecer la presencia de somnolencia, llevando a que se produzcan accidentes de tránsito.

Estas son algunas recomendaciones para conducir de noche y evitar accidentes:

  • Dormir al menos 7 horas antes de un viaje nocturno.
  • Hacer pausas cada dos horas para estirarse y descansar la vista.
  • Mantener el parabrisas limpio para evitar reflejos.
  • Usar luces bajas en zonas urbanas y altas en carreteras, sin deslumbrar a otros.
  • Evitar comidas pesadas o alcohol, ya que potencian la somnolencia.