La venta de motos en Colombia ha registrado, en 2025, números realmente llamativos que han llevado a superar el millón de unidades matriculadas a falta de varias semanas para finalizar el año.


Su versatilidad y los bajos precios que se encuentran en el mercado han hecho que cada vez más colombianos se inclinen por este medio de transporte, pues resulta altamente eficiente y efectivo para quienes se movilizan y trabajan con él.
Si bien en las calles es notorio el incremento de motociclistas, esto también se ha comenzado a evidenciar en los conjuntos residenciales, donde la demanda de parqueaderos para motos ha comenzado a convertirse en un problema mayúsculo, pues ante la falta de espacios exclusivos, los propios moteros han acudido a soluciones que no son las más apropiadas y que pueden terminar afectando la convivencia y el bolsillo de los habitantes de las unidades residenciales.
¿Qué está pasando con las motos en los conjuntos residenciales?
Ante el creciente número de motocicletas en los conjuntos cerrados y la falta de espacios exclusivos para su estacionamiento, varios residentes han optado por ingresarlas a sus viviendas, situación que puede ser penalizada debido al riesgo que significa para el resto de habitantes.


Según la Ley 675 de 2001, con la que se reguló la propiedad horizontal en el país, cada espacio tiene usos específicos; esto quiere decir que tanto los inmuebles privados como las zonas comunes están destinadas para situaciones específicas.
En consecuencia, las viviendas solo pueden ser utilizadas con fines habitacionales, por lo que las motocicletas, al igual que el resto de vehículos, solo pueden ser ubicadas en los espacios exclusivos para estacionamientos, los cuales han sido delimitados por los reglamentos internos de cada unidad residencial.
Cabe señalar que lo consignado en estos manuales debe ser de obligatorio cumplimiento por parte de los residentes, razón que faculta a las administraciones a tomar medidas contra quienes decidan ingresar las motocicletas a sus viviendas, pues se estaría incumpliendo con el uso destinado a esos espacios.
La razón para impedir este comportamiento obedece a cuestiones de seguridad, pues tener una motocicleta dentro de una vivienda significa un riesgo inminente para la comunidad, ya que estos vehículos contienen gasolina y otros fluidos inflamables como aceites, que deben tener un tratamiento especial y no deben almacenarse en espacios cerrados como una vivienda, pues el riesgo de incendios o explosiones es alto.
¿Qué pueden hacer los conjuntos cerrados para evitar esta práctica?
Si las administraciones identifican a un residente incumpliendo la norma, puede acudir a varias instancias para que se corrija esta conducta.


Lo primero que debe hacer es un llamado de atención, pero si la persona es reincidente y no acata las advertencias, puede imponer multas económicas previamente definidas en la asamblea de copropietarios que pueden alcanzar hasta una cuota plena de administración.
En dado caso de que la situación se complique y no se obtenga una respuesta positiva por parte del residente, la administración está facultada para acudir a las autoridades, las cuales deberán garantizar el cumplimiento de la norma.







