En un país donde el parque de motocicletas crece, y la conversación pública suele girar en torno a las oportunidades que se tienen en materia de seguridad vial, hay un dato muy revelador: el 100% de las motocicletas que se están ensamblando en el país incorporan elementos de seguridad activa semejantes a los integrados en países europeos. Esto se corrobora en las 10 motos más vendidas en Colombia, pues estas ya cumplen con tecnologías de seguridad que ni siquiera son obligatorias en el país, a raíz de que el Gobierno Nacional ha pospuesto de manera reiterada la entrada en vigor de la normativa que debería exigirlas. Este hallazgo no sorprende y marca un punto de quiebre para la movilidad del país.
A través de un estudio, la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI analizó los 10 modelos de mayor volumen de ventas en el mes de noviembre pasado en toda Colombia, que representan el 36,2% del mercado, y encontró un hallazgo contundente: todas incorporan sistemas de frenado avanzados, bien sea ABS o CBS. Hasta 2023, apenas dos terceras partes del mercado contaban con estos sistemas. Hoy, sin obligación legal, la adopción es total, y esto es apenas el comienzo.
Mientras que la actualización de los reglamentos técnicos sigue aplazada, la industria avanzó por cuenta propia. El estudio revela que el 60% de las motos líderes en ventas el país ya cuenta con frenos ABS, que mantiene control en maniobras bruscas, y el 40% incorpora CBS, que distribuye la fuerza de frenado para garantizar una mejor frenada. A esto se suma un avance igual de significativo: el 100% de las motos más vendidas ya utiliza llantas certificadas bajo estándares internacionales.
Sobre este panorama, Iván García, director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI, afirma que “lo más destacado es que la industria adoptó voluntariamente tecnologías de seguridad clave, incluso sin una regulación que la exigiera. Este compromiso es real y esperamos que comience a transformar positivamente la seguridad vial de los motociclistas del país”.
En paralelo, la iluminación, un aspecto crítico en la prevención de siniestros, también dio un salto. El estudio del gremio muestra que el 100% de los modelos nuevos incorpora tecnologías modernas de visibilidad: la mitad usa luz LED, el 90% cuenta con AHO (luz permanente encendida) y el 40% tiene DRL, todos estos enfocados en resaltar la presencia de la motocicleta en el día. La industria avanzó por compromiso, mientras el país sigue esperando una norma que debería ser elemental.
Este progreso técnico coincide con un fenómeno nacional: aunque en 2025 aumentó el número absoluto de víctimas en las vías, el riesgo relativo por cada motocicleta nueva disminuyó en un 21%, según cifras oficiales. Es decir, aunque hay más motos circulando, cada una que entra al sistema está generando menos fatalidades que el año anterior, una señal alineada con la mejora tecnológica del parque y con esfuerzos en educación y pedagogía, con campañas como El Destino es Volver, la iniciativa Movemos Colombia y control en el territorio.
Así, el sistema vial se volvió más exigente, pero la respuesta técnica desde la industria empezó a generar resultados visibles. Para un país acostumbrado a leer titulares negativos, este dato positivo merece ser resaltado con fuerza: la tecnología está salvando vidas, incluso en un entorno complejo de movilidad, congestión y exposición creciente.
Iván García agrega una segunda reflexión poderosa: “Colombia debe saber que hoy las motos que la industria viene ensamblando en el país son más seguras que nunca. Este avance no se debe a la obligatoriedad, sino a una convicción industrial: velar por la seguridad y protección de nuestros usuarios es el asunto más importante para el sector y todo su ecosistema”.
El análisis de la Cámara demuestra que estas mejoras no son aisladas. También se identificó que el 40% de los modelos en el top 10 de las más vendidas utiliza inyección electrónica, lo que reduce emisiones, mejora la eficiencia y alinea al país con estándares ambientales internacionales.
La industria nacional avanza, innova y se compromete. Y lo hace en un momento clave: diciembre, el mes de mayor movilidad, donde la seguridad vial se vuelve más que una prioridad nacional.
Hoy Colombia tiene un motivo legítimo para mirar hacia adelante en materia tecnológica. Las motos en el país ya están al nivel de cualquier mercado avanzado en el mundo, enviando un mensaje claro: cuando todos aportan, autoridades, industria y ciudadanía, la movilidad y la seguridad vial mejoran.
