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Esto es lo que debe hacer si se queda sin frenos mientras conduce: expertos entregaron consejos para evitar una tragedia
Mantener la calma es calve para atender una emergencia por la perdida de frenos; el mantenimiento preventivo es fundamental para no pasar sustos.


Pocas situaciones en carretera son tan peligrosas como quedarse sin frenos mientras se conduce. Este tipo de fallas mecánicas puede poner en riesgo la vida del conductor, los pasajeros y otros usuarios de la vía.
Por ello, conocer cómo actuar ante una falla total del sistema de frenado puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
Actuar con calma, aplicar el freno motor, utilizar el freno de mano con precaución y buscar una ruta de escape pueden salvar vidas.

¿Qué hacer si se queda sin frenos mientras conduce?
Mantener la calma es lo primero
El primer paso es mantener la calma. El pánico puede llevar a decisiones impulsivas que empeoren la situación. Según la National Safety Council (NSC), “perder el control emocional al volante puede ser más peligroso que la misma falla mecánica.
Quitar el pie del acelerador y activar las luces de emergencia
En caso de falla de frenos, es fundamental quitar el pie del acelerador inmediatamente.
Al mismo tiempo, se deben encender las luces intermitentes o de emergencia para alertar a otros conductores de la situación. Esto ayuda a evitar colisiones por alcance.
Reducir la velocidad con freno motor
Una de las formas más eficaces de reducir la velocidad cuando no hay frenos es usar el freno motor. Esto se logra bajando gradualmente las marchas en transmisiones manuales o cambiando a una posición más baja (L o 2) en transmisiones automáticas.

Según el portal especializado Edmunds, esto puede reducir significativamente la velocidad sin dañar el motor.
Usar el freno de mano con precaución
El freno de emergencia o freno de mano puede ayudar, pero debe usarse con mucha precaución.
Si se activa bruscamente, podría bloquear las ruedas traseras y causar un derrape. La recomendación es tirar suavemente del freno de mano de forma progresiva, mientras se sostiene firmemente el volante.
Buscar rutas de escape o zonas seguras
Mientras se reduce la velocidad, el conductor debe buscar una salida de emergencia: un carril de desaceleración, una vía de escape en subida, un pastizal o incluso una zanja.
Evitar colisiones debe ser la prioridad. En algunas autopistas existen rampas de frenado de emergencia especialmente diseñadas para este tipo de situaciones.
Usar el entorno para reducir velocidad
En casos extremos, si no hay rampas ni zonas de escape disponibles, se puede usar el rozamiento contra las barras de protección instaladas a la orilla de las carreteras, cunetas o arbustos para reducir la velocidad del vehículo.
Aunque esto puede dañar el automóvil, es preferible a un choque frontal a alta velocidad.
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), estas maniobras pueden ser la última opción antes de un accidente.
Detener el vehículo completamente y pedir asistencia
Una vez detenido el vehículo, se debe colocar el freno de mano, apagar el motor y llamar a una grúa o servicio de asistencia. Nunca se debe volver a poner el vehículo en marcha sin revisar el sistema de frenos.

¿Por qué pueden fallar los frenos?
Las causas más comunes de una falla total de frenos incluyen:
- Fugas en el sistema hidráulico.
- Desgaste de las pastillas o discos de freno.
- Sobrecalentamiento (fading) por uso excesivo.
- Fallo en el cilindro maestro o el servofreno.
- Contaminación del líquido de frenos.
Realizar mantenimientos preventivos y revisiones periódicas puede prevenir la mayoría de estos problemas.
Según Car and Driver, se recomienda revisar el sistema de frenos al menos cada 10,000 km o una vez al año.