Vehículos
Esto es lo que pueden provocar los trancones y los largos viajes por carretera a los conductores: señales y signos de alarma
La postura del conductor, la inmovilidad y las largas horas al mando pueden provocar lesiones o complicaciones de salud.
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Viajar largas distancias sin detenerse puede ser tan riesgoso como conducir rápido. Expertos recomiendan hacer una pausa cada 120 kilómetros, para lograr que el cuerpo se distensione, la mente se relaje y el trayecto se haga más ameno.

Manejar con ansiedad incrementa la tensión muscular, disminuye el juicio y puede llevar a maniobras impulsivas. En diciembre, cuando las rutas se vuelven largas y desgastantes, estas señales pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y uno peligroso.
Los desplazamientos de fin de año en Colombia pueden convertirse en una verdadera prueba de resistencia. Un viaje de 400 o 500 kilómetros (Bogotá - Bucaramanga) puede superar fácilmente las 12 horas de trayecto, y rutas cortas —como Bogotá–Villa de Leyva, de apenas 150 km— pueden tardar hasta seis horas, dependiendo de obras, cierres, accidentes y la masiva salida de vehículos.
En este contexto, una encuesta de la Universidad Manuela Beltrán (UMB) reveló que nueve de cada diez conductores experimentan estrés o irritación mientras están en el tráfico, y que diciembre —con su movilidad récord— intensifica aún más estos efectos.
Según el informe, los largos tiempos atrapados en la vía generan estrés en el 61 % de los conductores e irritación en el 28 %, reacciones naturales del cuerpo ante la sobrecarga de ruido, los trancones y el cansancio. Además, un 6 % reportó angustia, un 3 % nerviosismo y el 2 % dijo que no se altera.
Diciembre multiplica los trancones, pero estar preparado reduce el estrés
Por la alta cantidad de viajeros, los pasos restringidos y las paradas obligadas, diciembre suele generar horas de espera. Esa anticipación psicológica puede marcar la diferencia, según Yineth Velasco Basto, experta de la Facultad de Salud de la Universidad Manuela Beltrán.

“Si el conductor sabe que habrá trancones y lo tiene previsto, evita tensiones innecesarias. En esas pausas es clave hidratarse, comer algo ligero y aprovechar para moverse y descansar física y mentalmente”, afirmó Velasco.
El cuerpo también sufre: dolor lumbar, rigidez y menor capacidad de reacción, explicó la especialista de la UMB, debido a las horas de inmovilidad y la mala postura al volante, condiciones que son detonantes de molestias físicas que pueden afectar la seguridad.
“Antes de iniciar el viaje, el asiento debe ajustarse entre 100 y 110 grados para que la espalda quede completamente apoyada y las rodillas ligeramente flexionadas. Esto evita tensión en la cadera y la columna y reduce el riesgo de fatiga lumbar, un factor frecuente en siniestros viales durante trayectos largos”, agregó la especialista.
Sobre la distancia entre el conductor y el volante, advierte que es un punto crítico.
“Lo ideal es mantener entre 30 y 35 centímetros entre el pecho y el volante. Si está muy lejos o muy cerca, la persona tendrá que extender o encorvar los brazos, generando dolor en cuello y espalda y afectando la reacción en caso de emergencia”, explicó.
Recomendaciones para manejar las emociones y proteger el cuerpo en carretera

Ajustes antes de arrancar
- Asiento a 100–110 grados.
- 30–35 cm entre pecho y volante.
- Rodillas flexionadas y espalda apoyada.
- Revisar que espejos y volante no obliguen a encorvarse.
Durante el viaje o los trancones
- Pausar cada 2–3 horas para caminar o estirar.
- Hidratarse con frecuencia.
- Comer alimentos ligeros que no generen somnolencia.
- Aceptar mentalmente las demoras: reduce la frustración.
- Evitar manejar cansado para no disminuir reflejos.
Estado emocional
- Reconocer señales de irritabilidad o fatiga.
- Cambiar turno si se está perdiendo la paciencia.
- Evitar discusiones dentro del vehículo.
- Recordar que el objetivo es llegar, no “ganarle al tráfico”.



