Vehículos
Evite la multa: ¿cómo saber cuándo se debe hacer la revisión técnico-mecánica de un carro?
Contar con esta certificación vigente es de carácter obligatorio para los propietarios de vehículos tipo automotor.
Adquirir un vehículo incluye mucho más que el gran beneficio de contar con un medio de transporte propio. Su tenencia demanda, además, un cúmulo de responsabilidades que no deben ignorarse.
Los propietarios de vehículos deben cumplir con ciertos requisitos. En caso contrario, se harán acreedores de sanciones impuestas por parte de las autoridades de tránsito. Uno de los documentos que se debe portar, sin excepción, es la revisión técnico-mecánica (RTM).
La legislación colombiana determina los periodos en los que esta certificación debe renovarse. Así mismo, especifica los detalles que se deben inspeccionar en los CDA (Centros de Diagnóstico Automotriz).
Durante la revisión, los profesionales del CDA deberán verificar los siguientes ítems:
- Estado de la carrocería.
- Niveles de emisión de gases y elementos contaminantes.
- Funcionamiento del sistema mecánico.
- Funcionamiento del sistema eléctrico.
- Dirección.
- Suspensión.
- Estado de los frenos.
- Llantas.
- Vidrios.
Respecto a los vehículos que deben presentarse a la revisión técnico-mecánica, el Ministerio de Transporte enumera los siguientes:
- Vehículos livianos hasta de 3.5 toneladas.
- Vehículos pesados superiores a 3.5 toneladas o que tengan doble llanta en el eje trasero.
- Vehículos tipo motos, como motocicletas, motociclos, motocarros, mototriciclos y cuatrimotos.
¿Cuándo se debe hacer la revisión técnico-mecánica?
El momento para acudir al CDA y solicitar la revisión varía en función del vehículo. Vale mencionar que la primera RTM, es decir, cuando se trata de un automotor completamente nuevo, otorga un plazo mayor, sin embargo, luego debe renovarse anualmente.
A continuación, la periodicidad con que se debe efectuar la revisión técnico-mecánica de cada tipo de vehículo, de acuerdo con la normativa de transporte para Colombia:
- Servicio público, escolar y de turismo: La primera revisión debe hacerse dos años contados a partir de la fecha de matrícula. Luego, cada año.
- Servicio particular: La primera revisión debe hacerse cinco años contados a partir de la fecha de matrícula. Después, anualmente.
- Motocicletas: La primera revisión debe hacerse dos años contados a partir de la fecha de matrícula. Posteriormente, cada año.
Ahora bien, con el objetivo de evitar confusiones con la fecha límite para realizar la RTM, los conductores tienen a su disposición el portal web del RUNT (Registro Único Nacional de Tránsito). Con su número de identificación y placa del vehículo, pueden acceder y verificar hasta qué fecha estará vigente la revisión anterior.
Tener presente esta fecha es de vital importancia, pues transitar sin la revisión técnico-mecánica al día es causal de comparendo.
Específicamente, se trata de la infracción C35: “No realizar la revisión técnico-mecánica en el plazo legal establecido o cuando el vehículo no se encuentre en adecuadas condiciones técnico-mecánicas o de emisiones contaminantes, aun cuando porte los certificados correspondientes, además el vehículo será inmovilizado”, reza el Código Nacional de Tránsito.
El valor del comparendo es de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale actualmente a $580.000. Adicionalmente, se deberá pagar el valor correspondiente a la grúa y los días que permanezca el vehículo en patios.
Precio de la revisión técnico-mecánica para 2023
El precio de la revisión técnico-mecánica recibe un ajuste cada año. Para el 2023, la asignación vigente para cada tipo de vehículo es la siguiente:
- Motocicletas: $155.492.
- Vehículos particulares: $258.084.
- Vehículos pesados: $389.394.
En caso de que el vehículo no apruebe la revisión técnico-mecánica, tendrá que proceder con los ajustes correspondientes y reagendar una nueva revisión en el CDA.
Finalmente, vale mencionar que la importancia de contar con la revisión técnico-mecánica va más allá de solo evitarse un comparendo. Tener la certeza de que el vehículo cumple con todos los estándares que exige la normativa local para permitir su circulación es clave para garantizar la seguridad no solo del conductor, sino también de los demás actores viales.