Vehículos
Firma alemana de autos no aguantó el ritmo y se declaró en quiebra; si tiene uno de sus autos podría multiplicar su valor
La electrificación y los costos a gran escala jugaron en contra de esta firma alemana fundada en 1982.


La evolución de la industria automotriz sigue adelante y a medida que avanza y aparecen nuevas marcas apostándole a plataformas eléctricas, hay otros fabricantes que se han visto abrumados por esta avalancha de novedosos modelos y se han visto obligados a cerrar las puertas de sus plantas.
La más reciente es la compañía Isdera, reconocida por fabricar vehículos realmente exclusivos, pues sus modelos no son producidos en masa sino solo por encargo, lo que deja ver la relevancia de este fabricante en la industria.
La decisión de Isdera de declararse en quiebra fue comunicada al Tribunal de Distrito de Saarbrücken, en Alemania, entidad que recibió la solicitud de insolvencia, luego de más de cuatro décadas de existencia.

La producción de la firma apenas superó las 100 unidades en este tiempo, lo que evidencia qué tan exclusivos eran sus autos; sin embargo, las nuevas dinámicas de la industria la llevaron a cerrar sus puertas de forma definitiva.
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El objetivo de Isdera siempre fue operar como una marca boutique a la que los clientes se acercaban para diseñar y producir un auto único, desde cero, de forma manual y ensamblados a mano por cada uno de los especialistas empleados allí.
La compañía fue fundada en 1982 y su dirección estuvo a cargo del exdiseñador de mercedes-Benz y Porsche, Eberhard Schulz, lo que le dio un respaldo significativo y le permitió comenzar a operar con un alto nivel de prestigio.
Isdera nunca recurrió a la publicidad ni a los famosos concesionarios, pues quienes quisieran alguno de sus modelos debían llegar directamente a la fábrica para hacer su pedido, lo que ubicó a la compañía en un nicho de negocio bastante exclusivo que la llevó a fabricar, en un poco más de 40 años, apenas un centenar de unidades que eran piezas valiosas de diseño e ingeniería, algo que marcó su filosofía de construir “autos especiales y únicos”.

El precio inicial para cualquiera de sus modelos era de un poco más de 460.000 dólares y logró poner en las calle vehículos realmente llamativos; sin embargo, y pese a los esfuerzos por mantenerse vigente, no pudo sostener la embestida tecnológica del presente.
Como medidas para poder salvar la compañía y ponerse al día con la electrificación, Isdera llegó a un acuerdo con WM Motor en 2017. Allí, esta strat-up china, especializada en motores eléctricos, buscaría darle el soporte necesario para hacer rentable su negocio de autos exclusivos y equilibrar la oferta con nuevas tecnologías.
Para el 2021, el grupo chino Xinghui Automotive compró la firma alemana y de esta manera tomo aire, creó un centro de investigación y desarrollo e instaló una planta de ensamblaje en China, durante 2024; sin embargo, todas estas estrategias no dieron resultado y no le permitieron superar sus problemas financieros.
Dentro de los modelos más ambiciosos de Isdera se encuentra el Commendatore GT, un auto que fue presentado en 2018 como un verdadero superdeportivo eléctrico; su prototipo iba a contar con dos motores eléctricos y 591 kW / 804 CV de potencia, prometiendo 500 km de autonomía, pero el proyecto nunca llegó a materializarse.
Al parecer, este vehículo no llamó la atención de sus clientes y no tuvo ningún encargo, razón por la que no llegó a las calles.
En contraste, Isdera ya había fabricado varios vehículos realmente icónicos; entre ellos está el AK 116i, el cual fue presentado en 2006, y tenía su inspiración en los clásicos Buggati y estaba equipado con dos motores V8 de 5,0 litros (600 CV).
El otro modelo que puso a Isedera en lo más alto fue el auto con el que le rindió un homenaje a Enzo Ferrari, el cual fue bautizado como el Commendatore 112i en 1993. Esta pieza contaba puertas de ala de gaviota y contaba con un motor V12 de 6,0 litros y 400 CV.
En la década de los 80 también fabricó el Imperator, el cual fue producido entre 1884 y 1991, un biplaza que tomó como punto de partido el Mercedes CW 311 del fundador de la compañía y que equipaba un motor V8 de 395 CV.

El fin de la marca Isdera se da, en parte, por la transformación de la industria, la cual ha llevado a que las compañías se centren en planes de cero emisión para 2025.
Esta decisión, aceleró los procesos de electrificación y generó un entorno donde los procesos a gran escala han jugado en contra del modelo artesanal y de nicho bajo el cual estaba inspirada Isdera, y el cual tenía unos costos bastante elevados que los pedidos recibidos hasta le fecha no pudieron compensar.
Aunque el cierre es una mala noticia para la compañía y sus colaboradores, quienes posean uno de los autos producidos por Isdera podrán saber que ahora sus vehículos pasarán a ser verdaderas piezas de colección que seguramente incrementarán su precio en el mercado especializado.