Vehículos

La ranura secreta que permite abrir el carro con la llave así esté sin batería: pocos saben dónde está y lo puede sacar de apuros

Un video en TikTok enseña cómo hacer uso de esta propiedad de los vehículos, que cada vez más incluyen tecnología avanzada.

14 de mayo de 2025, 12:31 p. m.
Creativo Getty
El control remoto o mando contiene una llave escondida que puede ser muy útil en caso de emergencia. Así la puede utilizar. | Foto: Getty Images

Cada vez más, los autos modernos prescinden de la clásica cerradura visible en la puerta del conductor. La mayoría funcionan con mando a distancia, y cuando todo va bien, basta con pulsar un botón para acceder.

Pero, ¿qué ocurre cuando el vehículo se queda sin batería y no puede utilizar el mando? Para muchos, esta situación se convierte en un rompecabezas.

Para este tipo de situaciones, el mecánico Juan José, conocido en TikTok como @talleresebenezer, ha compartido un vídeo explicando el truco, sencillo, pero poco conocido, que puede sacarlo de un apuro si el vehículo no responde y no encuentra cómo utilizar la llave.

Hay un ingenioso truco que ayuda a solucionar este problema de una manera sencilla.
Existe una ranura debajo de la manija de la puerta para poder utilizar la llave convencional. | Foto: Getty Images

El control remoto trae una llave secreta

Lo primero que hay que hacer, según explica Juan José, es sacar la llave física que va escondida dentro del mando. Muchos conductores no lo saben, pero incluso los mandos electrónicos suelen incluir esta pieza por si falla el sistema eléctrico del vehículo.

“Tenemos que abrir el mandito, que saca la llave. Tenemos que hacerlo bien”, señala el mecánico. El problema aparece cuando no hay ninguna ranura visible en la puerta del coche. Entonces, ¿dónde se mete la llave?

Buscar bien debajo de la manija del conductor

El siguiente paso es saber dónde está escondida la cerradura. La clave está justo debajo de la manija del conductor. Según muestra Juan José en el vídeo, hay que fijarse bien: “debajo de la maneta del conductor hay una rajita”. Esa pequeña ranura es la puerta al mecanismo de apertura manual.

Las manijas de las puertas pueden ayudar en las maniobras de parqueo.
Debajo de las manijas a un orificio que puede ayudar a abrir el carro con la llave, cuando este se quede sin batería. | Foto: Getty Images

Para acceder a él, hay que introducir con cuidado la llave por esa ranura. “Metemos el dedo debajo, metemos el espadín, abrimos un poquito y giramos”, explica. Mientras tanto, con el otro dedo, hay que sujetar ligeramente la tapa para poder retirarla sin dañar la pintura ni forzar la pieza.

Ahora sí se puede utilizar la llave convencional

Al quitar la tapa, queda visible la cerradura tradicional. “Y ahora aquí ya tenemos el espadín, metemos la llave, abrimos y podemos maniobrar con el coche sin batería”, concluye.

Con este simple gesto, se puede desbloquear la puerta y entrar al vehículo sin necesidad de corriente eléctrica.

Además, volver a colocar la tapa no supone complicación: “Levantamos aquí la manija, metemos aquí, engancha y aquí no pasa nada”, indica.

No hay que llamar al taller

Este método, útil en muchos modelos modernos, puede evitar tener que llamar a la grúa o recurrir a asistencia técnica por una simple descarga de batería. Aunque no todos los coches tienen el mismo sistema, la mayoría incluye alguna forma de apertura manual oculta como esta.

Y es que, cuando la batería del coche se agota por completo, los sistemas eléctricos -incluido el cierre centralizado- dejan de funcionar, lo que impide abrir las puertas incluso aunque el mando tenga batería.

Llaves del carro
Si e carro se queda sin batería, no permitirá acceder a él, por lo que se hace necesario acudir a la llave convencional. | Foto: Getty Images

Acceder manualmente permite, por ejemplo, abrir el capó para recargar la batería con unas pinzas, recuperar objetos personales del interior o poner el auto en punto muerto para facilitar su remolque.

Por eso, conocer este pequeño “agujero secreto” bajo la manija de la puerta puede marcar la diferencia entre un imprevisto menor y una avería que complique aún más el día.

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