Vehículos
Los 6 fluidos que se deben revisar en un carro: no solo se trata de controlar el nivel del aceite del motor
Los vehículos necesitan ciertos fluidos para garantizar la operación de varios sistemas como el de frenado o el motor.


Mantener un vehículo en óptimas condiciones no solo garantiza su funcionamiento eficiente, sino que también prolonga su vida útil y mejora la seguridad en la carretera. Uno de los aspectos clave del mantenimiento preventivo es la revisión periódica de los niveles de los fluidos, una tarea sencilla que puede evitar averías costosas y accidentes inesperados.
Cabe señalar que no solo se trata de revisar el nivel del aceite del motor o del líquido de frenos, pues hay otros fluidos que son esenciales para garantizar el óptimo funcionamiento de cualquier vehículo.
¿Por qué es fundamental revisar los fluidos del vehículo?
Los automóviles dependen de varios tipos de fluidos para operar correctamente y cada uno cumple una función esencial en el desempeño del vehículo. Descuidar estos niveles puede traducirse en problemas mecánicos graves, afectando tanto el rendimiento como la seguridad del automóvil.

Los fluidos esenciales que se deben revisar regularmente son:
Lo más leído
- Aceite del motor El aceite lubrica las piezas internas del motor, reduciendo la fricción y el desgaste. Un nivel inadecuado o un aceite en mal estado pueden causar sobrecalentamiento y daños irreversibles en el motor. Se recomienda revisar el nivel de aceite cada mes y cambiarlo según las indicaciones del fabricante.
- Líquido refrigerante Este fluido es crucial para evitar el sobrecalentamiento del motor. Un nivel bajo de refrigerante puede generar fallas en el sistema de enfriamiento, lo que podría provocar un recalentamiento del motor y reparaciones costosas.
- Líquido de frenos La eficacia del sistema de frenos depende de este fluido. Si el nivel es bajo o el líquido está contaminado, la capacidad de frenado se reduce significativamente, aumentando el riesgo de accidentes. Es recomendable inspeccionar este fluido al menos una vez al mes.
- Líquido de dirección asistida Este fluido permite una conducción más suave y estable. Si el nivel es insuficiente, el volante puede volverse más difícil de girar, afectando la maniobrabilidad del vehículo.

- Líquido de transmisión Responsable de la lubricación y enfriamiento de la transmisión, su bajo nivel puede generar cambios bruscos y reducir la eficiencia del sistema de transmisión. Revisarlo periódicamente es clave para un rendimiento óptimo.
- Líquido del limpiaparabrisas Aunque puede parecer menos importante, mantener este fluido en un nivel adecuado garantiza una visibilidad óptima en condiciones climáticas adversas.
Consecuencias de no revisar los niveles de los fluidos
Ignorar la revisión de los fluidos puede traer consigo múltiples problemas mecánicos y de seguridad, tales como:
- Desgaste prematuro del motor: La falta de aceite o su contaminación pueden provocar daños en los componentes internos del motor, reduciendo su vida útil.
- Fallas en el sistema de frenos: Un bajo nivel de líquido de frenos disminuye la capacidad de respuesta del sistema, poniendo en riesgo a los ocupantes del vehículo.
- Sobrecalentamiento del motor: La ausencia de refrigerante puede causar un recalentamiento extremo, dañando gravemente el motor y otros sistemas.
- Dificultad en la conducción: Una dirección asistida con bajo nivel de fluido dificulta el manejo del automóvil, aumentando el riesgo de accidentes.

¿Cada cuánto se deben revisar los fluidos?
La frecuencia de revisión de los fluidos varía según el tipo de vehículo y su uso. Sin embargo, se recomienda realizar una inspección mensual de los principales fluidos y seguir el calendario de mantenimiento del fabricante. Además, antes de un viaje largo, es fundamental verificar los niveles para evitar inconvenientes en el camino.