Vehículos
Tesla comienza a sentir las consecuencias del efecto Trump: decisiones sobre Ucrania le pegan duro al gigante automovilístico
Algunos sectores escandinavos buscan boicotear los productos estadounidenses, entre ellos los vehículos de la marca Tesla, propiedad de Elon Musk.


Indignados por la política del presidente Donald Trump y su postura respecto a Ucrania, los escandinavos están dispuestos a boicotear los productos y servicios de Estados Unidos, aunque a veces hacerlo sea realmente complicado.
En los últimos días, han aparecido varios grupos en las redes sociales de Dinamarca y Suecia para ayudar a los consumidores a buscar alternativas. Los dos foros principales, el danés “Boykot varer fra USA” y el sueco “Bojkotta varor fran USA”, tenían más de 63.000 usuarios cada uno este viernes.
“Desde luego, es muy difícil boicotear de forma coherente, rápida y con perseverancia los productos de Estados Unidos, pero si aun así quieres hacer algo y no sabes por dónde empezar, esto es una pequeña ayuda”, apunta Agneta Gottberg Henriksson, de 58 años, en el grupo sueco.
Su publicación incluye una lista que, pese a haber dado lugar a un intenso debate, ha sido compartida muchas veces en línea.
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Peugeot, la alternativa en lugar de Tesla
En la columna de la izquierda hay marcas estadounidenses, muy conocidas, ordenadas por categoría. En la de la derecha, las alternativas suecas y europeas, pero con fallos.
“¿Tienes ganas de KFC? Opta más bien por un pollo asado en los restaurantes del barrio; ¿Dispuesto a invertir en un Tesla? Decántate por un Peugeot fabricado en Francia”, se puede leer en la lista, que pasa por alto que su accionista, Stellantis, cotiza en Nueva York.
“¿Y qué hay de esas zapatillas Nike? Compra mejor un par de Salomon, del grupo finlandés Amer Sports”, otra de las compañías que también cotiza en Nueva York.
Darle la espalda a los gigantes estadounidenses es un desafío constante, pues el mundo está lleno de marcas de ese país.
Ventas de Tesla caen en Europa
Como en gran parte de Europa, las ventas de Tesla, propiedad del multimillonario estadounidense Elon Musk, un aliado de Trump y apoyo destacado de la ultraderecha europea, continuaron cayendo en Noruega y en Dinamarca en febrero.
Ese mes, las matrículas de vehículos de ese grupo en Noruega se redujeron a la mitad respecto a febrero de 2024. Y, en lo que va de año, las ventas de Tesla fueron un 44,4% menores que en el mismo periodo del año anterior.

El boicot continúa y se siguen sumando comercios
Desde hace una semana, Agneta Gottberg Henriksson, directora de proyectos en la provincia sueca de Escania, en el sur, trata de no gastar ni un céntimo en productos estadounidenses. Reconoce que no siempre es fácil, sobre todo cuando se trata de tecnología.
“Es un poco irónico porque este grupo [que incita al boicot] está activo sobre todo en Facebook. De verdad, nos gustaría boicotearlo” pero encontrar una alternativa a esa red social, controlada por Meta, es casi imposible, le dijo a AFP.
La población sueca apoya masivamente a Ucrania y la ayuda militar a Kiev se cuenta entre las prioridades de la política exterior de Estocolmo.
“Lo que está pasando ahora en Estados Unidos, darle la espalda a Ucrania y traicionar todas las promesas, es la gota” que colmó el vaso, señala Agneta.
Entre tanto, en Dinamarca, un distribuidor decidió estampillar los productos de “marca europea” con una estrella en sus supermercados, para orientar a los consumidores.

La iniciativa se tomó en respuesta a una fuerte demanda por parte de los consumidores, indicó en LinkedIn Anders Hagh, director general de esa empresa de distribución, Salling Group.
El sueco Reidar Svehdal, de 71 años, decidió boicotear todos los productos estadounidenses tras el tenso encuentro entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y Donald Trump en la Casa Blanca el 28 de febrero. Según él, evitar algunos productos de Estados Unidos no fue tan complicado.
“Creo que el 99% de los europeos pueden prescindir del 70% de los productos estadounidenses. Eso tendría un gran impacto”, señalaron a AFP.
Pero, según los expertos, el boicot tendrá un impacto limitado. “La experiencia muestra que es muy difícil obtener grandes efectos económicos con el boicot” de los consumidores, señala Olof Johansson Stenman, profesor de Economía en la Universidad de Gotemburgo.
Las consecuencias son en general breves y apenas se notan, agrega Eva Ossiansson, investigadora en la Universidad de Gotemburgo.