Motos
Tres pasos que debe tener en cuenta a la hora de comprar su primera moto
Pero en medio de esa emoción y expectativa, surge una pregunta clave: ¿qué debe venir primero, la motocicleta o la licencia de conducción?

Tener una motocicleta propia es uno de los sueños más emocionantes para millones de colombianos. Cada año se matriculan más de 800 mil motocicletas en el país, de las cuales más del 91% son adquiridas por hogares de estratos 1, 2 y 3. Hoy, más del 30% de los hogares colombianos cuenta con al menos una de ellas. Para muchos, no es solo un medio de transporte: representa independencia, ahorro, oportunidad de trabajo, acceso al estudio y la posibilidad de disfrutar el camino a su manera.
Pero en medio de esa emoción y expectativa, surge una pregunta clave: ¿qué debe venir primero, la motocicleta o la licencia de conducción?
Iván Darío García Franco, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI, hace un llamado a los nuevos usuarios y a las autoridades para transformar la forma en que se inicia el camino en motocicleta:
“La motocicleta no debe ser el punto de partida, sino el resultado de una preparación consciente. A quienes sueñan con su primera moto, los invito a priorizar su seguridad, a formarse antes de rodar, y a entender que el conocimiento salva vidas. Y a las autoridades, hacemos el llamado para avanzar en el fortalecimiento del sistema de expedición de licencias, con esquemas como el de licenciamiento por puntos, garantizando procesos de formación teórica y sobre todo prácticas accesibles, de calidad, y con costos razonables, para que cada vez más colombianos puedan conducir con responsabilidad y confianza”.
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Desde la iniciativa Movemos Colombia, que reúne a las ocho ensambladoras de motocicletas del país y promueve una cultura vial más responsable, se invita a todos los futuros motociclistas a seguir tres pasos esenciales para comenzar con buen pie su experiencia en dos ruedas:
- Primero, la protección personal, siempre. La protección personal comienza por una actitud de cuidado hacia uno mismo. Pensar primero en su seguridad es una decisión que salva vidas.
Un ejemplo concreto de ese autocuidado es el uso de elementos de protección como el casco certificado, la ropa adecuada y los zapatos cerrados. Estos no son opcionales ni accesorios de moda: son una inversión en su integridad. Cada uno cumple una función específica para reducir el riesgo de lesiones graves ante cualquier eventualidad. Estar bien equipado no depende del trayecto ni del clima, sino del compromiso consigo mismo y con quienes le esperan en casa.
- Luego, obtenga su licencia, es el pasaporte a una conducción segura. Obtener la licencia de conducción no es solo cumplir con la ley, es la oportunidad de prepararse adecuadamente para rodar. Recibir formación teórica y especialmente práctica, en un sitio seguro y con instructores capacitados, le permite entender el comportamiento de la motocicleta, anticipar riesgos en la vía y tomar mejores decisiones. Cifras de la ANSV indican que la mayoría de los conductores de motocicletas aprendió a conducir por cuenta propia o con un amigo o familiar, lo cual debería cambiar.
- Y por último, adquiera su motocicleta. Con el equipo de protección listo y la licencia en mano, la compra se convierte en el cierre natural de un proceso bien hecho. Ya no es una decisión impulsiva, sino el resultado de una preparación responsable.
Precisamente, una de las asignaturas pendientes en materia de seguridad vial para motociclistas es el fortalecimiento del sistema de expedición y control de licencias de conducción. Actualmente cursa en el Congreso de la República un proyecto de ley que propone la implementación del sistema de licencia por puntos, un mecanismo que asigna un puntaje inicial a cada conductor y que se va reduciendo de acuerdo con su comportamiento en la vía. En la práctica, si un conductor comete infracciones y recibe comparendos, sus puntos disminuirán progresivamente hasta, eventualmente, perder el derecho a conducir. Este tipo de herramientas contribuiría significativamente a mejorar la seguridad vial, ya que incentiva el cumplimiento de las normas y promueve comportamientos más responsables entre todos los actores viales.
La industria de motocicletas y su iniciativa Movemos Colombia no solo invita a los motociclistas a replantear el orden de prioridades antes de empezar a conducir, sino que los acompaña activamente en ese proceso con herramientas concretas. A través de su plataforma digital y redes sociales pone a disposición guías prácticas, contenidos pedagógicos y mensajes claros que orientan decisiones más seguras en cada etapa del camino. Ya sea que estés a punto de adquirir tu primera motocicleta o lleves años en la vía, siempre hay espacio para aprender, mejorar y proteger lo más valioso: la vida.