Vida Moderna
Accidente cerebrovascular: síntomas a los que hay que prestar atención en estas fiestas
A pesar de ser una enfermedad que se puede prevenir y tratar, se mantiene como una de las primeras cinco causas de mortalidad en el país.
Los accidentes cerebrovasculares aparecen con frecuencia en diferentes personas, pues ataca a población de todas las edades, pero hay algunos factores que son desencadenantes.
Para el 2020, la mortalidad por ataque cerebrovascular (ACV) fue de 31 personas por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el portal Así vivamos en Salud. A pesar de ser una enfermedad que se puede prevenir y tratar, se mantiene como una de las primeras cinco causas de mortalidad en el país.
Los principales riesgos del ACV, especialmente en la época decembrina, consisten en el aumento de la tensión arterial por consumo excesivo de sodio; alteraciones de la glucemia por ingesta de azúcares refinados; incremento de los niveles de triglicéridos y colesterol por consumo de alimentos ricos en grasas trans.
Un ataque cerebrovascular es una lesión cerebral que sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene y este deja de recibir nutrientes y oxígeno. Con el paso de las horas, las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.
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Es por esto que es importante acudir a atención médica en cuanto se identifiquen los primeros síntomas, idealmente en una ventana de cuatro horas y media, de lo contrario, las consecuencias pueden ser permanentes o fatales.
En cuatro horas y media puede alguien ver su serie favorita o salir con sus amigos, pero también puede salvar su vida o la de un ser querido. Si presenta alguno de estos síntomas, lo mejor es que el paciente acuda de inmediato a urgencias porque no es normal presentar ese tipo de características:
- Cara torcida
- Alteración de la visión
- Rápida debilidad de un brazo o una pierna
- Raro al hablar
- Pérdida de equilibrio
¿Cómo prevenirlo?
En ese sentido, el mejor tratamiento para esta enfermedad, es la prevención. Un estilo de vida saludable reduce significativamente el riesgo de sufrir un ACV. Generar pequeños cambios que pueden salvar vidas:
- Llevar una dieta saludable, con alto consumo de frutas, verduras y proteína; evitando las grasas trans, los alimentos altamente procesados y con alto contenido de sal y azúcar.
- Realizar actividad física al menos 30 minutos al día.
- Mantener un peso saludable.
- Evitar el consumo de tabaco y sus derivados.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Evaluar el riesgo cardiovascular que se posee.
- Monitorear tu tensión arterial. Si esta se encuentra en los rangos anormales, debe asistir al centro médico más cercano.
- Controlar los niveles de azúcar en sangre.
Cada segundo, durante un ataque cerebrovascular, mueren 32.000 neuronas y con ellas, la función del cuerpo, allí está la importancia de actuar a tiempo. Por ello, diversas organizaciones como Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular (RecaVar), con su campaña #EstoNoEsNormal buscan educar al público general frente a los factores de riesgo, síntomas y canales de atención y acción, en caso de sufrir un ACV.
Tipos de accidentes
Los accidentes cerebrovasculares pueden ser isquémicos y hemorrágicos. El primero ocurre cuando un vaso que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo. Esto puede suceder de dos maneras: se puede formar un coágulo en una arteria que ya está muy estrecha, a lo que se le denomina accidente cerebrovascular trombótico.
Cuando un coágulo se desprende de otro lugar de los vasos sanguíneos del cerebro, o de alguna otra parte del cuerpo, y se traslada hasta el cerebro, se le llama embolia cerebral o accidente cerebrovascular embólico.
“Los accidentes cerebrovasculares isquémicos también pueden ser causados por una sustancia pegajosa llamada placa que puede taponar las arterias”, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina.
Un accidente hemorrágico se da cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe. Esto provoca que la sangre se escape hacia el cerebro. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que pueden facilitar el desarrollo de estos accidentes. Por ejemplo hay pacientes que sufren de aneurisma, malformación arteriovenosa y angiopatía cerebral amiloide.