TRANSPORTE
Aún no hay carros voladores, pero ya hay un proyecto de ‘vertipuerto’ para que aterricen
Morgan Stanley asegura que estos aparatos serán comunes en 2040 y que moverán 1,4 trillones de dólares. Por eso, en Florida se empezará a construir un espacio para quepuedan bajar del cielo. Vea esta y otras notas de ciencia y salud de la semana.
La idea de autos que vuelan ha estado en el imaginario de todos, incluso del legendario Henry Ford, fundador de la Ford Motor Company y quien en 1940 ya sospechaba que un híbrido entre su invento y los aviones sería factible en el futuro. Eso parece que sucederá en 2040, año en el que la firma Morgan Stanley cree que estos aparatos serán comunes y dicha industria representará en el mundo 1,4 trillones de dólares.
La noticia hoy es que en Orlando, Florida, se construirá uno de los primeros vertipuertos donde aterrizarán este tipo de máquinas. El lugar quedará listo en 2025 y se construirá con la participación de Lilium, una empresa alemana que está a la vanguardia en el tema. Su prototipo puede volar 297 metros sin recargar energía, tiene capacidad para cuatro personas además del piloto y funcionará como Uber o Lyft, que se piden por medio del celular.
CORONAVIRUS
Amos de perros: ¿en más riesgo?
Sacar a pasear al perro aumentaría el riesgo de infectarse de coronavirus en 78 por ciento, según una investigación publicada en la revista Environmental Research. El trabajo, elaborado por expertos de la Universidad de Granada y la Escuela Andaluza de Salud Pública en España, estudió varios comportamientos que aumentarían la posibilidad de contagiarse y encontró que sacar al perro es uno de ellos.
Tendencias
Cómo los animales propagan el virus es aún materia de análisis, y la pesquisa no confirmó si son los perros los que lo transmiten o si actúan como superficies desde donde la gente puede adquirirlo. Ante la duda, los amos deben ser muy cuidadosos con la higiene de la mascota cuando salgan de paseo y tienen que mantener distancia de otros perros y sus amos.
ESTATINAS
Todo está en la cabeza
Muchos pacientes que toman estatinas reportan efectos secundarios. Pero un estudio realizado por investigadores de University College London reveló que el 90 por ciento de esos síntomas inesperados los tuvieron quienes tomaron un placebo y no esa droga. Las estatinas se prescriben para reducir el riesgo de infarto, derrame y enfermedad coronaria, pero a la luz de este trabajo, tomarlas no generaría efectos secundarios. Todo estaría en la mente de los pacientes. Esto se conoce como el efecto nocebo: experimentar síntomas secundarios con una terapia por una asociación negativa con el medicamento.
Los expertos señalan que advertir a los pacientes de esta posibilidad podría evitar que abandonen el tratamiento. El estudio fue publicado en la revista The New England Journal of Medicine y su importancia radica en que “los pacientes pudieron darse cuenta de que lo que causa los efectos no esperados es el acto de tomarse la píldora y no las estatinas”, dice sir Nilesh Samani, director médico del British Heart Foundation, que patrocinó el trabajo.
NUTRICIÓN
La hora de la comida no importa
Una teoría señala que comer en una franja de tiempo es ideal para bajar de peso. No obstante, un estudio reveló que esta estrategia no tuvo impacto en una muestra con pacientes con prediabetes. Nisa M. Maruthur, profesora de medicina en Johns Hopkins, siguió por 12 semanas a 41 personas con un promedio de 59 años y con sobrepeso.
A la mitad le dijeron que comiera 80 por ciento de los alimentos diarios antes de la una de la tarde, mientras que a los demás les sugirieron que lo hicieran antes de las cinco de la tarde. Pese a que todos tuvieron la misma dieta, la gente en ambos grupos bajó de peso y tuvo una disminución de la presión arterial sin importar a qué hora comió. La investigación aporta luces sobre la relación comida-tiempo, y fue presentada en la reunión de la Asociación Americana del Corazón.
CIFRA
8 meses después de la infección de coronavirus...
...la mayoría de los recuperados aún tienen suficientes anticuerpos para combatir un segundo contagio, de acuerdo con un estudio de La Jolla Institute for Immunology. En él, los investigadores predicen que la inmunidad podría durar años e incluso décadas.