Vida Moderna
¿Cuáles son las diferencias al consumir atún en agua y en aceite?
Es un alimento que tiene importantes propiedades, pero que no debe comerse en exceso.
El atún es uno de los productos que más se consumen cuando se busca tener una fuente de proteína y al mismo tiempo llevar una alimentación saludable; su forma fácil de incorporar a una receta y su versatilidad para mezclarse con pastas, arroces u otros alimentos, lo hacen un ingrediente que, además de ser saludable, ayuda a ahorrar tiempo en la cocina.
El atún es una buena fuente de proteína y omega-3; sin embargo, si se consume en exceso, puede ocasionar problemas de salud, por lo que antes de comprarlo hay que cerciorarse de qué contiene cada lata y de si viene en agua o en aceite.
Este es uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de echarlo en el carrito de mercado, pues hay quienes lo prefieren de una forma u otra, por lo que hay que conocer de cerca sus beneficios.
Según el portal Healthline, el atún en agua es clave para agregar a recetas muy puntuales, pues ofrece un sabor neutro, algo que es de gran ayuda para las ensaladas.
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Así mismo, es rico en omega-3, ayuda a la salud cerebral y también a cuidar los ojos. Se le reconoce por ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, los síntomas de la artritis reumatoide y a aliviar la fatiga en los pacientes con lupus.
Por su parte, el atún en aceite, según el mismo portal, tiene más calorías y grasas debido a los conservantes que se le aplican. Aunque en algunas ocasiones viene con aceite de oliva, no casi siempre es así, por lo que termina convirtiéndose en un alimento grasoso.
De ser así, es un producto rico en antioxidantes, con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, que pueden resultar muy benéficas para el organismo.
¿Qué pasa si se come atún en lata todos los días?
Es uno de los pescados azules o grasos más consumidos y se caracteriza por ser muy rico en ácidos omega-3, un tipo de grasa poliinsaturada que ayuda a reducir los niveles de colesterol y los triglicéridos, y a fluidificar la sangre, disminuyendo así el riesgo de afecciones relacionadas con el corazón.
Es fuente importante de vitaminas del grupo B, como B2, B3, B6 y B9, y de otras liposolubles, como la A y la D, además de minerales, entre ellos, fósforo, magnesio, hierro y yodo.
Ofrece una serie de beneficios al organismo, especialmente si se consume fresco. Por ejemplo, se dice que protege el sistema cardiovascular debido a su impacto en los lípidos, que se encuentran en exceso en la sangre.
Sin embargo, al igual que sucede con muchos otros productos, así sean saludables, se debe tener cuidado con las cantidades que se ingieren, pues resultaría perjudicial para el organismo.
Rico en mercurio
Información del portal Cocina Fácil, de México, el principal problema con el atún en lata es que contiene altas dosis de mercurio y sal, ingredientes que en grandes cantidades ocasionan problemas de salud. “Se ha visto una relación entre el alto consumo de estos dos elementos con la hipertensión arterial”, precisa la publicación.
En torno a este tema, un estudio realizado por la Universidad de Chile y publicado en la Revista Médica de ese país, indica que este metal llega al pescado gracias a su cadena alimenticia. Normalmente, es un elemento que se deposita en el agua a través de distintos medios y que después es absorbido por el plancton y va escalando en la cadena alimenticia hasta llegar al atún y, finalmente, a quienes lo consumen, precisa el portal Gastrolab, de México.
De igual modo, se debe prestar especial atención al contenido de las latas, “porque aunque no lo parezca, no siempre está compuesto por pescado al 100 %, muchas veces se agrega soya para aumentar el volumen de la lata de manera económica. Además, debido a su método de conservación, algunas marcas suelen tener exceso de sodio, lo que podría generar problemas de tensión arterial si se consume a diario”, asegura la citada fuente.