Vida Moderna
Cuatro alimentos que protegen el cerebro y reducen la grasa corporal
Practicar ejercicio, comer de forma saludable y dormir bien, son solo algunas de las recomendaciones indicadas para preservar la salud del cerebro.
El cerebro es uno de los órganos vitales más importantes que componen el organismo. Este se encarga de regular y coordinar las actividades coitidianas, pues este produce los pensamientos, las emociones y es el responsable del comportamiento del ser humano. De este modo, es fundamental su cuidado, porque de lo contrario, se pueden desarrollar distintas enfermedades cerebrovasculares.
Los expertos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), advierten que en España, nueve de las 15 enfermedades más frecuentes, entre las personas que tienen reconocida una discapacidad, son neurológicas.
“A modo de ejemplo, más de un 80 % de los casos de ictus, o más del 30 % de los casos de Alzheimer, se podrían evitar si prescindiésemos de realizar prácticas perjudiciales para nuestro cerebro y si lleváramos a cabo hábitos cerebro-saludables”, detalla Jesús Porta-Etessam, vicepresidente de la SEN.
En ese sentido, para prevenir dichas afecciones que afectan a la salud cerebral, es importante mantener una dieta saludable que contenga procianidinas de tipo B, un compuesto que está disponible en alimentos de origen vegetal. Según señala el portal web Urgencias 24, existe evidencia científica que ha demostrado las ventajas de consumir este tipo de alimentos, entre los cuales se encuentra el cacao, la manzana, las semillas de uva y el vino tinto.
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Del mismo modo, los beneficios de este nutriente incluyen la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, de accidentes cerebrovasculares (ACV), ayuda a controlar la hipertensión, la dislipidemia, la intolerancia a la glucosa y fortalece el sistema.
“Aunque la relación exacta entre las procianidinas de tipo B y el sistema nervioso central necesita más investigación, los beneficios para la salud de los alimentos ricos en procianidinas de tipo B siguen siendo indiscutibles”, asegura un comunicado del equipo dirigido por la profesora Naomi Osakabe del Departamento de Biociencia e Ingeniería del SIT.
A su vez, Urgencias 24 indica que los investigadores del Instituto de Tecnología de Shibaura (SIT), Japón, que publicaron el trabajo en Frontiers of Nutrition, encontraron que los alimentos ricos en flavanoles, como el cacao, la manzana, las semillas de uva y el vino, también tienen potencial para controlar del peso.
Incluso, los investigadores japoneses publicaron en Nutrients la relación entre la ingesta dietética de este nutriente y el metabolismo de las grasas en ratones, particularmente en la conversión de los tejidos adiposos blancos en marrones. Cabe mencionar que el tejido adiposo está compuesto por adiposo blanco y el pardo, el primero actúa como reservorio de energía y el segundo ayuda a mantener la temperatura corporal.
“Se sabe que la ingestión de alimentos ricos en flavanoles (cacao, manzanas, etc.) reduce la aparición de obesidad y sus complicaciones y también previene enfermedades del corazón”, dijo Osakabe a Medical News Today.
Consejos para mantener un cerebro saludable
De acuerdo con un artículo científico de la Escuela de Medicina de Harvard y publicado por Neuroméxico, hay algunos pasos que pueden ayudar a mantener la salud y vitalidad de este órgano:
- Realizar ejercicio: la actividad física no solo ayuda a la salud general, sino que también es importante para mantener un cerebro sano, pues usar los músculos también ayuda a la mente.
- Alimentación saludable: una alimentación balanceada es clave. Hay estudios que indican que personas que llevan una dieta a base de frutas, vegetales, pescado, nueces, grasas instauradas y proteínas de origen vegetal son menos propensas a desarrollar deterioro cognitivo o demencia.
- Mejorar los niveles de azúcar en la sangre: la diabetes es un factor de riesgo importante para el desarrollo de demencia.
- Llevar hábitos de vida saludables: para lograrlo es necesario no consumir alcohol, tabaco o drogas e intentar dormir como mínimo ocho horas diarias.
- Cultivar la inteligencia emocional: las personas con ansiedad, depresión, problemas para dormir o mentalmente y físicamente agotadas están propensas a tener resultados menos favorables en exámenes de habilidades mentales.