Demencia senil: ¿Qué es y cómo manejarla?

Una de los síndromes que aparecen en la vejez (aunque puede ocurrir en cualquier etapa de la vida) es la demencia senil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que esta condición es un deterioro de la e intelecto, entre las cuales cabe la posibilidad de afectar la vida diaria y el comportamiento.

Es un síndrome que afecta las zonas del cerebro que se encargan del pensamiento, la orientación, la compresión, el cálculo y la capacidad de aprendizaje. Las consecuencias de esta desembocan en afectaciones del control emocional, comportamiento y emociones.

Además, la OMS sostiene que para tratarla, la relación con la familia es crucial. “A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención”, se describe en su portal web.

En términos clínicos, la Sociedad Española de Neurología (SEN) afirma que el deterioro cerebral afectan en la deficiencia de vitamina B-12 y en la hipoactividad de la glándula tiroidea. Asimismo, afirma que, para tener una prueba física para observar los cambios en la cabeza, se pueden tomar dos tomografías: Tomografía computarizada (TC) y tomografía por emisión de positrones (PET).

Síntomas

La EPS Sanitas afirma que los siguientes síntomas son frecuentes en las personas que tienen este síndrome:

1. Desorientación, alteración de la memoria y déficit de atención.

2. Desorientación en las tres esferas,

3. Alteración de la memoria.

4. Déficit de atención.

5. Alteración del lenguaje (desde la segunda etapa).

6. Apraxias (pérdida de la capacidad de movilidad).

7. Comportamientos en la conducta no habituales.

La demencia senil se distribuye en tres etapas, las cuales condicionan los síntomas y la manera de tratarla. En primer lugar, esta la ‘etapa temprana’, En esta los pacientes tienden a olvidar algunas cosas, perder en ciertas ocasiones la noción del tiempo o sentirse desubicado. La segunda etapa (intermedia) intensifica los síntomas mencionados anteriormente y agrega las dificultades al comunicarse, el necesitar apoyo para su cuidado personal y cambios de comportamiento.

Por último, la etapa tardía es la tercera. En esta los síntomas se frecuentan en escala mayor, haciendo difícil que la persona reconozca a sus familiares y abriendo la posibilidad de tener reacciones violentas con su alrededor.

La OMS muestra que la forma más común de evidenciar la demencia es con la enfermedad del Alzheimer: “Se calcula que representa entre un 60 % y 70 % de los casos”. Otras representaciones son la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.

En términos socio-demográficos, la Organización sostiene que el 60 % de los casos ocurren en países de ingresos bajos y medios; también que entre el 5 % y 8 % de las personas igual o mayores de 60 años, son propensos a sufrirla.

Por otro lado, exponen que la demencia tiene un impacto en materia económica. Acorde a sus informes, en 2015 se estimó que el costo social de todos los pacientes es de 818.000 millones de dólares; cifra equivalente al 1,1 % del PIB Mundial.

Cabe resaltar que el síndrome no es exclusivo a las personas mayores. La OMS hace énfasis en que nadie está exento de padecerla. Por lo cual recomiendan hacer ejercicio, no fumar, evitar el exceso de alcohol y tener una alimentación saludable para prevenirla.

Tratamiento

“No hay ningún tratamiento que puede curar la demencia o revertir su evolución progresiva”, puntualiza la OMS. Sin embargo, describe que hay tratamientos que contienen un soporte médico; aunque sin ser 100% eficaz. Además, recomienda que cuando una familia perciba a un allegado con los síntomas, acudan a un centro médico para diagnosticar con antelación para tener un tratamiento óptimo, contribuyan al bienestar de la persona, estar atentos a cambios comportamentales y físicos, proporcionarle a los médicos la información correspondiente para el tratamiento.