Vida Moderna
Dos tipos de alimentos que pueden ser mortales para el hígado
Una de las enfermedades más graves que se puede sufrir en este órgano es el cáncer.
Tener una dieta alimenticia insana tarde o temprano le generará problemas de salud a las personas, sin embargo, a pesar de que las consecuencias están claras, cada vez es más común el consumo de productos dañinos. Por ejemplo, uno de los órganos que más se ve afectado es el hígado.
El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo y es el encargado de ayudar al organismo a digerir los alimentos, almacenar la energía y eliminar las toxinas, según indica el portal web de medicina Medline Plus. Este órgano se encuentra situado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal y se caracteriza por su color marrón rojizo.
Cuando las funciones del hígado se alteran por alguna razón, pueden surgir ciertas afecciones hepáticas como hepatitis A, B y C, hígado graso, cirrosis, cáncer de hígado o enfermedades hereditarias como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
Por lo general, los síntomas que generan este tipo de afecciones pueden variar entre sí, pero la sintomatología más común es hinchazón en el abdomen, moretones en las piernas, cambio en el color de las heces y la orina, y ojos y piel amarillentos, que se le conoce como ictericia. Cabe mencionar que en algunos casos no hay síntomas, por lo que es aún más difícil de detectar.
Tendencias
Ahora bien, ante la presencia de alguna afección hepática, es importante acudir al médico para diagnosticar la causa y el tratamiento. De igual manera, es importante incluir una dieta saludable que contenga diferentes tipos de antioxidantes.
Precisamente, como se mencionó, cuando la dieta no es buena, este órgano con el paso del tiempo empieza a fallar y en el mismo se generan algunas afecciones. En esta línea, un estudió, realizado en ratones, evidenció que los alimentos que pueden ser mortales para el hígado son las grasas saturadas y los azúcares.
“Los investigadores descubrieron que estos ratones desarrollaban una bacteria intestinal llamada ‘Blautia producta’ y un lípido que causaba inflamación y fibrosis hepática, precisa el sitio especializado”, explica la investigación reseñada por el portal Urgente 24.
“Este grupo de ratones también desarrolló esteatohepatitis no alcohólica o enfermedad del hígado graso, con características similares a la enfermedad humana”, agregó el sitio web.
Hígado graso: el ejercicio más adecuado para combatirlo
1. Caminar: de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, para que la caminata habitual se convierta en un ejercicio que mejore el estado físico, se debe adoptar una buena postura y movimientos decididos y la postura debe ser:
- La cabeza en alto. Mirar hacia adelante, no hacia abajo.
- El cuello, la espalda y los hombros deben estar relajados, y no levantados y tensionados.
- Se deben balancear los brazos libremente, con una ligera flexión de los codos.
- Apretar ligeramente los músculos del estómago, con la espalda recta, no arqueada hacia delante o hacia atrás.
- Caminar de manera fluida, apoyando el talón y luego los dedos.
2. Aeróbicos: La actividad aeróbica tiene muchos beneficios para la salud, sin importar la edad, ya que, puede ayudar a mantener el peso, aumentar la resistencia, el estado físico y la fuerza, proteger enfermedades virales, controlar las enfermedades crónicas, fortalecer el corazón, mejorar el estado de ánimo, entre otras.
Debido a que la alimentación es fundamental para evitar y combatir el hígado graso, Mejor con Salud señaló los alimentos que se deben incluir y los que se deben evitar.
Otras afecciones: causas de la cirrosis
En la actualidad, aseguró el doctor Jorge Luis Toro Medina, hepatólogo clínico de la Universidad de Antioquia, la principal causa de cirrosis en el mundo es la enfermedad de hígado graso no alcohólico. “Hay estudios poblacionales en los que se indica que alrededor del 25% de las personas en el mundo sufren de hígado graso no alcohólico. En consecuencia, para Colombia, una de cada cuatro personas podría tener hígado graso. Estas estadísticas varían en otras regiones de Latinoamérica”, dijo Toro en conversación con SEMANA.