El grupo sanguíneo con más probabilidades de sufrir enfermedades en los pulmones

La Organización Mundial de la Salud informó que la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte en el mundo, la cual es causada por la exposición prolongada a gases y partículas nocivas y por factores personales, por ejemplo, factores genéticos y eventos que afecten al desarrollo pulmonar en la infancia.

En esta enfermedad pulmonar, los bronquiolos sufren daños y se restringe el intercambio de gases. Varios procesos provocan el estrechamiento de las vías respiratorias, y pueden producirse destrucción de partes de los pulmones, obstrucción de las vías respiratorias a causa de las secreciones e inflamación del epitelio de las vías respiratorias.

Las enfermedades pulmonares conducen a una disminución persistente en el flujo de aire de los pulmones cuando la persona exhala, esta es denominada como obstrucción crónica del flujo aéreo. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica incluye el diagnóstico de bronquitis obstructiva crónica y enfisema, muchas personas con pulmones débiles pueden llegar a padecer ambos trastornos.

Este tipo de enfermedades afecta los pulmones y otras partes del aparato respiratorio. Los trastornos pulmonares se producen por infecciones, consumo de tabaco o inhalación de humo de tabaco en el ambiente, y exposición al radón, amianto u otras formas de contaminación del aire. Los trastornos pulmonares incluyen asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fibrosis pulmonar, neumonía y cáncer de pulmón.

En ese sentido, hay personas que son más propensas a ser diagnosticadas con este tipo de problema. De acuerdo con un estudio realizado por expertos de la Farmacéutica Comunitaria en Guadalajara y el Departamento de Ciencias Biomédicas, Universidad de Alcalá, “las personas pertenecientes al grupo sanguíneo A- y B+ son más propensas a sufrir enfermedades pulmonares”.

De acuerdo con los expertos, el grupo sanguíneo con el que nace cada persona puede condicionar las enfermedades que las mismas padecen a lo largo de su vida. El ser O podría predisponer a los individuos a tener HTA, anemia, colesterol, enfermedades pulmonares e insomnio, mientras que los pertenecientes al grupo A pueden llagar a sufrir de depresión, anemia y problemas de próstata en varones.

Los expertos de las entidades educativas mencionadas estudiaron a diferentes pacientes, el 42,6% perteneciente al grupo A, el 42,4% del grupo O, el 13% del grupo B y 1,4% del grupo AB. Los resultados aseguraron que los pacientes de A+ tienen mayor prevalencia de padecer enfermedades de próstata, tiroides y Alzhéimer, mientras que los de A- pueden sufrir de osteoporosis y enfermedades pulmonares.

Por otra parte, se debe destacar que de acuerdo con los expertos, las personas con factor Rh- son mucho más vulnerables a diferentes enfermedades, ya que estos pacientes poseen mayor porcentaje de padecer HTA, déficit de hierro, estreñimiento, Alzheimer, problemas circulatorios, Parkinson, gota, diabetes, enfermedades pulmonares, colesterol, alergias y osteoporosis.

Adicionalmente, Gustaf Edgren, profesor asociado de Epidemiología del Karolinska Institutet y médico del Departamento de Cardiología del Hospital Södersjukhuset de Estocolmo (Suecia) aseguró que “las personas con sangre del tipo A tienen más probabilidades de sufrir un coágulo de sangre, mientras quelas del tipo O tienen más probabilidades de sufrir un trastorno hemorrágico”.

De igual forma, el experto mencionó que “las mujeres con sangre del tipo O y RhD positivo pueden ser más propensas a sufrir hipertensión inducida por el embarazo”. Además, se descubrió una nueva conexión entre tener sangre del tipo B y un menor riesgo de desarrollar cálculos renales.

Aunque el experto reconoce que es necesario llevar a cabo más estudios para confirmar los resultados y comprobar cómo los diferentes tipos o grupos de sangre pueden aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades, estos hallazgos son muy importantes.

Para Edgren, estos resultados “sientan las bases de futuros estudios para identificar los mecanismos que subyacen al desarrollo de la enfermedad, o para investigar nuevas formas de identificar y tratar a los individuos con determinadas afecciones”.