Educación
El mejor profesor del mundo habló en SEMANA sobre la importancia de escuchar a los estudiantes y su sueño más grande como educador
Mansour bin Abdullah Al-Mansour, ganador del Global Teacher Prize 2025, distinción considerada el Nobel de la Educación, habló sobre la importancia de la figura de los profesores en la vida de sus estudiantes, los retos de la enseñanza en ámbitos de pobreza y el trabajo con personas privadas de la libertad.


“Todo niño merece la oportunidad de brillar, independientemente de sus circunstancias. Seguiré trabajando para romper barreras y para que ningún joven se quede atrás”, fueron las palabras de Mansour bin Abdullah Al-Mansour, profesor originario de Arabia Saudita, cuando ganó el premio Global Teacher Prize 2025.
Uno de sus grandes logros del educador fue haber convertido un pequeño y modesto edificio escolar de Arabia Saudita, con estudiantes provenientes de entornos marcados por la precariedad, discapacidades de aprendizaje y padres que carecían de educación formal, en un espacio inclusivo e innovador que terminó convirtiéndose en uno de los diez mejores entornos de aprendizaje de la región.
En conversación con SEMANA, Al-Mansour asegura que su amor y pasión por la profesión docente y por ayudar a otros a aprender son sus principales motivaciones para perseverar. “Es una profesión grande y sagrada mediante la cual se puede brindar asistencia a las personas en sus vidas. También me motiva mi capacidad y amor para trabajar con niños e influir en ellos para que sean buenos en su comunidad y en su país”, asegura.

Sobre el titánico proyecto de convertir una pequeña escuela en una de las mejores del país, asegura que fue posible gracias a que siempre escuchó las necesidades de sus alumnos y también buscó la ayuda de expertos en psicología, ciencia y talento para convertirlos en estudiantes creativos, talentosos e innovadores. “De hecho, después de un año de trabajo duro con ellos, a los alumnos les encantó la escuela, y su motivación para aprender aumentó enormemente. Organizamos una exposición de innovaciones científicas que ganó el premio a la mejor exposición de la región. Mis alumnos adquirieron habilidades de pensamiento superior y de investigación científica. Este fue un gran éxito que ha influido en mi carrera profesional hasta la fecha y me enseñó que, con perseverancia, cualquier desafío se logra”.
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A lo largo de sus más de 20 años como profesor, Al-Mansour comenta que uno de los grandes retos que ha tenido que afrontar es “la gran cantidad de estudiantes provenientes de familias pobres con necesidades económicas. Gracias a la cooperación de una empresa especializada en conciencia financiera, logramos capacitar a los estudiantes. Después de esas capacitaciones, cada estudiante recibió un préstamo de 200 dólares, que debían invertir inteligentemente. Los resultados son impresionantes. Al final, los estudiantes beneficiaron a sus propias familias”.
Ante la pregunta sobre cómo replicar en países como Colombia, las metodologías de enseñanza en educación financiera el profesor saudí, afirma que aunque es un reto difícil, especialmente en zonas rurales y pobres, se puede iniciar con la implementación de iniciativas adaptadas a su edad como “crear un pequeño mercado dentro de la escuela o colegio y durante un periodo específico. Allí los estudiantes preparan comida, dulces y postres con sus familias o cualquier otro producto adecuado para vender. Luego se coordina la actividad dentro del ámbito escolar y allí se capacita a los estudiantes en cómo vender y comprar. Con el tiempo, este proyecto puede expandirse fuera de la escuela. Este método se ha probado con éxito”.
Otra de las cualidades que aproximaron a Al-Mansour a convertirse en el mejor profesor del mundo en 2025 es su filosofía de enseñanza, la cual se enfoca en promover habilidades para la vida, la felicidad y la sostenibilidad, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El saudí, que ha dedicado más de 3.000 horas de servicio voluntario a la enseñanza de más de 250 niños huérfanos en diferentes escuelas, conecta la educación con problemas del mundo real, como el cambio climático, la educación financiera y la responsabilidad social por medio del aprendizaje basado en proyectos. Además, incluye la inteligencia artificial, la realidad virtual y las plataformas de aprendizaje interactivo, transformando la experiencia de los estudiantes en las aulas. “Ver a mis alumnos en el más alto nivel de sus logros académicos, de habilidades y de liderazgo es uno de los momentos más gratificantes para mí como profesor”.
Sobre qué profesores o colegas han sido su inspiración a lo largo de todos estos años, Al-Mansour asegura con modestia que “todo profesor que desempeñe su función con maestría, calidad y distinción, y produzca un cambio positivo en sus estudiantes, es una inspiración para mí, me beneficio de sus experiencias y las aplico con mis propios alumnos”. Sin embargo, el impacto de Al-Mansour va más allá de las aulas. También lidera iniciativas benéficas, programas de voluntariado y redes de apoyo para huérfanos y personas privadas de la libertad, a quienes les brinda tutorías en lectura y escritura, entregándoles una segunda oportunidad en sus vidas. “Decidí trabajar con este grupo poblacional por mi pasión por ayudar a los pobres y a los necesitados, también por mi capacidad para superar desafíos y convertirlos en oportunidades. Logré grandes resultados con estas personas y algunas de ellas ya han alcanzado impactar positivamente a sus comunidades”. Gracias a este trabajo, varios reclusos han logrado reducir sus sentencias.
Sobre la importancia de la figura que desempeñan los profesores en la vida de los estudiantes, el saudí asegura que algo que lo ha caracterizado siempre es sentarse con todos sus alumnos, escucharlos y servirles. “Estoy cerca de ellos como si fuera un padre, como si fuera un miembro de su familia; después de eso, el estudiante se siente seguro y a salvo, y muestra toda su creatividad”, dice. Incluso, insta a sus colegas en todo el mundo a hacer lo mismo. “Aconsejo a mis compañeros docentes a que se acerquen a sus estudiantes, a que los escuchen y comprendan sus necesidades. Así, serán queridos por ellos, tendrán una mayor influencia en sus vidas y serán un ejemplo a seguir. Consideren a sus alumnos como una inversión que en el futuro generará cambios en el país. También aconsejo a mis colegas que se desarrollen continuamente y se mantengan al día con los avances en el campo de la educación”.
Finalmente, el mejor profesor del mundo afirmó que con el millón de dólares que recibió del Premio Global Teacher Prize, organizado por la Fundación Varkey y la Unesco, y patrocinado por grandes personalidades, como el papa Francisco, Stephen Hawking y Bill Gates, sueña con construir “una escuela innovadora y sin precedentes para huérfanos, que se adapte a la revolución de la información y la tecnología y a los desafíos contemporáneos, y que se base en laboratorios científicos equipados con los dispositivos científicos más modernos para el enfoque científico STEM. Sueño con una escuela donde los huérfanos puedan estar entre los mejores estudiantes a nivel local y mundial”.