Vida Moderna
Esto es lo que se debe dejar de comer para tener un abdomen plano
Una alimentación balanceada también es la clave para alejarse de las enfermedades no transmisibles.
Para algunas personas, su peso y masa corporal representan un dolor de cabeza constante. Por ello, incluyen en su rutina diaria ejercicios y alimentos que les ayuden a conseguir un abdomen plano y marcado. Sin embargo, esta tarea requiere paciencia y persistencia.
Además de llevar una alimentación saludable, baja en calorías y grasas, la práctica de ejercicios específicos es la clave para alcanzar este propósito. Lo mejor es alejarse de fórmulas mágicas y métodos rápidos para lograr disminuir tallas.
La paciencia, ayuda a tener cuidado con dichas fórmulas mágicas que, en algunas ocasiones, causan enfermedades en el organismo. El peso ideal para cada persona depende de varios factores, como estatura, masa muscular y sexo.
También hay que tener en cuenta que, con el paso de los años, pareciera ser más difícil bajar de peso, pues el metabolismo se hace más lento y perder kilos es más complicado. Pero, si no se elimina el exceso de grasa, podrían aparecer una variedad de enfermedades como la diabetes.
Tendencias
Teniendo en cuenta lo anterior, el portal especializado Mejor con salud listó algunos alimentos que es mejor evitar cuando se quiere conseguir un abdomen plano, pues su composición “aumenta la inflamación y la tendencia a acumular grasa”:
1. Salsas industriales: generalmente, lo recomendable es no consumirla si se tiene como propósito perder peso. “Las salsas, en su mayoría, engordan por los ingredientes con las que están elaboradas. La mayoría son mezclas y compuestos de componentes cargados de calorías”, informa el sitio web Business Insider.
2. Panes y bizcochos: los expertos recomiendan consumir alrededor de unos 250 gramos al día repartidos entre las diferentes comidas, es decir, en raciones de unos 40 o 60 gramos, indica un artículo de la revista Hola.
3. Frituras: tanto las comidas con grasas como las frituras le generan mucha dificultad al organismo, ya que suelen irritar la mucosa gástrica, lo que deriva en problemas como reflujo ácido y gastritis, según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
4. Carnes embutidas: al ser productos altamente procesados, que estimulan la producción de dopamina, es decir, la sustancia que generar placer, generan una sensación que aumenta el consumo de los alimentos que puede llegar a aumentar considerablemente el peso. Además, contienen ácidos grasos saturados y colesterol, sustancias relacionadas con el sobrepeso.
5. Dulces y golosinas: aunque algunos dulces pueden ayudar a producir energía al cuerpo, su consumo en exceso genera el riesgo de sufrir diabetes y problemas metabólicos pues están hechas con azúcar refinado que elevan el azúcar y producen sobrepeso.
Además de lo anterior, el portal especializado Tua Saúde ha listado una serie de consejos con los que es posible tener o conseguir un abdomen marcado progresivamente. De este modo, se mantendrá por un periodo de tiempo largo:
- Dormir bien: los científicos han demostrado la relación entre el déficit de sueño y el aumento de peso. Esto está relacionado principalmente con temas hormonales, pero también con el hecho de que si el cerebro y el cuerpo no tienen energía, buscan obtenerla de los alimentos más calóricos.
- Comer lentamente y masticar bien los alimentos: en la revista Scientific Reports, citado por Europa Press, encontró que en la forma como se mastican los alimentos podría estar una de las claves para bajar de peso de forma efectiva, pues ayuda a aumentar el gasto energético, ayudando a prevenir la obesidad.
- Beber suficiente agua: las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos determinaron que una ingesta diaria adecuada de líquidos es de aproximadamente 3,7 litros para los hombres y de 2,7 litros para las mujeres.
- Practicar actividad física: además de ayudar a mantener un peso estable, tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente. La OMS señala que “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía”, tiene efectos positivos.