Baño / Ducha
Imagen de referencia de tomar un baño en la tina. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Expertos dicen cada cuánto hay que bañarse; hacerlo todos los días no sería tan bueno como parece

Es una costumbre que muchas personas realizan a diario, antes de salir de casa.

Redacción Vida Moderna
27 de diciembre de 2023

En muchas sociedades, la costumbre de bañarse es una rutina diaria que, por lo general, se hace en la mañana, antes de salir de la casa rumbo al trabajo, al colegio o a la universidad. Así mismo, esta acción se cumple, casi que de manera sagrada, para activar el cuerpo para el resto de la jornada y como un hábito de higiene y limpieza.

Sin embargo, hay diferentes personas alrededor del mundo que se han cuestionado si bañarse todos los días es realmente efectivo y qué consecuencias podría tener en el cuerpo el no hacerlo a diario.

Ducha / Ducharse el cabello / cabello / lavarse el cabello
Hay diferentes opiniones sobre cada cuanto se deben bañar las personas y sobre el uso de productos para esta actividad. | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

Según explicaron desde la reconocido centro universitario, uno de los inconvenientes de someterse a una ducha diaria recae sobre la piel, órgano que suele ser muy delicado y sensible y que reacciona de diferentes maneras a los cambios de clima, temperatura, al contacto con sustancias y a la falta de higiene.

Los expertos indicaron que es ella misma la que se encarga de producir sus propios aceites para mantenerse hidratada y para protegerse de bacterias o agentes externos que la puedan afectar. En consecuencia, al bañarse a diario, la piel y el cuero cabelludo pueden perder su equilibrio y quedar expuestos a diferentes patologías.

Pero en realidad, el riesgo de las duchas no está en el contacto con el agua, sino con los productos de aseo que se emplean en esta rutina, pues la composición química de los diferentes jabones y champús puede alterar el pH natural de la piel, provocando irritaciones y enrojecimientos, y haciendo al organismo más susceptible de presentar alergias.

Estos productos llevarían a un efecto contrario, pues en lugar de que la piel pueda proteger al cuerpo, emplearlos de forma constante podría dejarla expuesta a sufrir enfermedades. Sin embargo, ese estudio no recomienda dejar de bañarse, pero sí disminuir la frecuencia: una media de cuatro veces por semana, siempre y cuando se adapte a los hábitos de higiene y al tipo de piel.

Ducha
El clima es un factor determinante para saber cada cuánto se debe bañar una persona. | Foto: Getty Images

Factores que determinan cada cuanto se debe bañar una persona

Para Ariel Vilchis Reyes, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, sugiere identificar tres factores:

  • El clima. Es importante reconocer la temperatura. “Si estamos en un clima frío, lo mejor es bañarse dos o tres veces por semana, pero si estamos en un clima cálido y sudamos mucho, se recomienda bañarse hasta dos veces al día”.
  • La condición biológica. “Esto quiere decir que cada cuerpo es distinto y deberíamos tener cuidado para no dañar las pieles sensibles”.
  • Actividad física. “La recomendación es tomar doble baño al día para eliminar bacterias que se producen en la sudoración”.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud sugiere que es recomendable bañarse cada tercer día, pero manteniendo una buena higiene en las partes íntimas, como las axilas, las ingles y los pies, en las que hay mayor sudor. (A tener en cuenta, manchas en la piel que pueden indicar un daño grave).

hombre bañándose en la ducha. Baño, agua.
Según los expertos, los productos químicos que se utilizan en la rutina de baño pueden afectar la piel. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló algunas recomendaciones para cuidar la piel:

  • Limitar la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel. Lo mejor es usar agua tibia en lugar de agua caliente.
  • Evitar los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
  • Secarse con golpecitos. Después del baño lo ideal es secarse la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.