Salud
Expertos revelan cuál es la actividad diaria que ayuda a llegar mejor a la vejez
El ejercicio físico es determinante para tener mejores condiciones de salud.
El envejecimiento es un proceso biológico y natural para todas las personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y a un mayor riesgo de enfermedad.
Pero si bien el paso de los años generan el envejecimiento, también es consecuencia de factores como malos hábitos de vida, la contaminación, la exposición indebida al sol y el estrés, los cuales no solo afectan la piel, sino el organismo, en general. Así mismo, el sedentarismo puede pasarle factura al cuerpo en la vejez.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican que los adultos pueden hacer muchas cosas por su salud y por buscar que su proceso de envejecimiento sea saludable y una de las principales es practicar actividad física de forma regular.
Señala la mencionada fuente que esto puede prevenir o retrasar muchos de los problemas de salud que parecen surgir con el paso de los años. Por ejemplo, ayuda a fortalecer los músculos para que la persona pueda continuar haciendo sus tareas del diario vivir sin tener que depender de otros. Así las cosas, estas son las recomendaciones.
Tendencias
Los adultos mayores de 65 años necesitan:
- Al menos 150 minutos a la semana (por ejemplo, 30 minutos al día, cinco días a la semana) de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero o 75 minutos a la semana de actividad de intensidad vigorosa, como caminar, trotar o correr.
- Al menos dos días a la semana de actividades que fortalezcan los músculos.
- Para mejorar el equilibrio, una buena opción es pararse sobre un pie.
Si las condiciones crónicas afectan la capacidad para cumplir con esas recomendaciones, los adultos que ven avanzar sus años deben ser tan activos físicamente como lo permitan sus habilidades y condiciones, aseguran los expertos.
La importancia de caminar
Los CDC indican que los adultos deben moverse más y sentarse menos en su día a día y, por ello, algo de actividad física es mejor que nada, así que lo mejor siempre será desarrollar cualquier tipo de ejercicio. Una de las mejores alternativas es caminar, pero lo ideal es hacerlo a ritmo rápido, pues esto se relaciona con la prevención de afecciones cardiovasculares, por lo que es viable tener una mejor condición en la vejez.
Así lo sugiere una investigación dirigida por la Universidad de Sydney, en la que se determina que caminar a un buen ritmo se asocia con un menor riesgo de mortalidad.
De acuerdo con el estudio titulado “Self-rated walking pace and all-cause, cardiovascular disease and cancer mortality: individual participant pooled analysis of 50 225 walkers from 11 population British cohorts”, caminar beneficia la salud. Una de las principales conclusiones del análisis indica que aumentar el ritmo de caminata podría reducir el riesgo de mortalidad por todas las causas y también por enfermedades cardiovasculares.
Un artículo publicado por la propia Universidad señala que los científicos descubrieron que caminar a un ritmo promedio se asociaba con una reducción del 20 % del riesgo de mortalidad por todas las causas en comparación con caminar a un ritmo lento, mientras que llevar a cabo esta actividad de forma rápida se asociaba con una baja del 24 % en el riesgo.
A cualquier edad
La actividad física es clave a cualquier edad, pero más cuando los años empiezan a avanzar. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que a medida que la persona envejece, la actividad física puede ayudarlo a mantenerse fuerte y en forma.
“Cuando las personas mayores pierden la capacidad de hacer las cosas por sí mismas, la inactividad tiene más culpa que la edad. La actividad física regular durante largos períodos de tiempo puede producir beneficios para la salud a largo plazo”, precisa.
Es importante saber también que el ejercicio físico, más allá de brindar bienestar en el cuerpo, también ayuda en el aspecto mental y emocional. Además de caminar, andar en bicicleta, bailar, hacer yoga o tai chi, pueden mejorar el estado de ánimo y el bienestar emocional general; ayudar a reducir los sentimientos de depresión y estrés; aumentar la energía y mejorar el sueño. Además, la actividad física puede mejorar o ayudar a mantener algunos aspectos de la función cognitiva.
Referencias: