Vida Moderna
Hierba que mejora la firmeza de las heces y alivia los malestares estomacales
Aunque no es muy conocida, esta planta cuenta con grandes beneficios, en especial cuando es consumida como té o aplicada como crema.
Entre la variedad de plantas medicinales, hay una poco conocida pero que cuenta con importantes beneficios para la salud. ¿De cuál se trata?
Conocida como cuachalalate, esta planta se emplea para varios propósitos medicinales, los cuales contribuyen a promover la salud en gran medida. Con base a la información suministrada por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México, el nombre científico de esta hierba es Amphipterygium adstringens.
Originaria de América Latina, particularmente México y Guatemala, el cuachalalate crece como un arbusto o árbol pequeño. Esta planta ha sido parte integral de las tradiciones medicinales de estas regiones, y su corteza es la parte más utilizada con fines terapéuticos, más popularmente para tratar malestares estomacales e intestinales.
Los expertos y autores del informe ‘Características físicas de frutos de cuachalalate (Amphipterygium adstringens (Schltdl.) Standl) de tres procedencias’ indican que el cuachalalate es considerado como un remedio interesante si de medicina tradicional se habla, gracias en gran medida por sus propiedades potenciales. Además, cuenta con características antioxidantes, antiinflamatorias y astringentes.
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Bajo ese contexto, la principal ventaja de esta hierba tiene que ver con los problemas digestivos. El cuachalalate ha sido utilizado para combatir trastornos digestivos (como la diarrea o dolencias estomacales). Con base a sus propiedades astringentes, la hierba ayuda a mejorar la firmeza de las heces, por lo cual es un aliado para eliminar los problemas generados por malestares estomacales.
De la mano con este punto, también está comprobado que esta planta cuenta con beneficios importantes para las infecciones intestinales. El hecho que sea astringente, permite que actúe como un agente antiparasitario y antimicrobiano para combatir infecciones intestinales causadas por parásitos o microorganismos patógenos.
Los aspectos positivos del cuachalalate no solo a nivel internos del organismo, sino que se pueden notar desde el exterior. Los expertos señalan que aplicar cremas hidratantes hechas a partir de esta planta es aprovechable para la piel, debido a que es ideal a la hora de combatir heridas, quemaduras y afecciones cutáneas de corte menos. Además, sus propiedades astringentes aumentan la velocidad de cicatrización.
Es por ello que la planta se emplea de forma tópica para tratar heridas menores y promover la cicatrización. Sus propiedades astringentes podrían contribuir a cerrar heridas y acelerar el proceso de cicatrización.
Por otro lado, el cuachalalate es conocido por sus posibles propiedades antiinflamatorias, lo que lo hace valioso en el tratamiento de la inflamación en diversas partes del cuerpo.
Los expertos señalan que en algunas culturas se ha utilizado esta planta para tratar problemas respiratorios. Poniéndolo a consideración de la medicina, está comprobado que influye en bajar los efectos ocasionados por la gripe o resfriados comunes; como lo son la tos, dolor de garganta o exceso de mucosidad.
Teniendo en cuenta todos estos beneficios, no queda duda que esta planta debe hacer parte de la alimentación diaria. La forma más común de consumir cuachalalate es a través de infusiones de té. Para hacer té de esta hierba, se utiliza la corteza seca de la planta. Generalmente se hierve un pedazo pequeño de corteza en agua durante unos minutos, creando una infusión.
Los pasos son sencillos. Primero se requieren tener trozos secos de corteza de cuachalalate, agua, olla y un colador. Luego toca hervir el agua hasta que alcance su punto de ebullición. Después se baja la llama para agregar dos cucharadas de la corteza. Todo se mezcla y en cuestión de 15 minutos estará lista para su consumo.
Puede que el sabor sea amargo, por lo que la recomendación es agregar una cucharada de miel. No se sugiere usar edulcorantes de otro tipo, dado que impedirían que los beneficios anteriormente mencionados se pongan en marcha al interior del organismo.