Problemas de sueño
Insomnio: ¿dormir mal reduce la empatía?
Las partes cerebrales involucradas en la empatía se vuelven menos activas en quienes tienen serios problemas para conciliar el sueño, detalló un estudio.
Un estudio publicado en la revista PLOS Biology destacó que el insomnio puede hacer que las personas sean más propensas a desarrollar poca empatía frente a los demás.
Un grupo de investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universidad de California (Estados Unidos) hicieron una serie de pruebas con dos grupos de voluntarios. El primero durmió ocho horas y el otro pasó una noche en vela.
Los resultados del estudio destacaron que las partes cerebrales involucradas en la empatía se volvían menos activas en quienes tuvieron serios problemas para conciliar el sueño. Es decir, los individuos con insomnio vieron afectada la llamada ‘red de cognición social’, un área del cerebro que comprende la corteza prefrontal, el surco temporal medio y superior y la unión temporoparietal. Este espacio cerebral se activa cuando se consideran los estados mentales, las necesidades y las perspectivas de los demás, subrayó una artículo de Science Focus.
Además, añadió la investigación, las personas que no tienen una calidad del sueño óptima también podrían presentar problemas con su empatía. En el estudio se le pidió a 100 personas que registraran la calidad de su sueño detallando factores como las veces que se despertaron. Estos resultados se asociaron con, por ejemplo, la disposición para abrirle la puerta a un extraño.
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En ese sentido, quienes durmieron poco -o mal- manifestaron una reducción significativa en su deseo de ayudar a otras personas al día siguiente. “El 78% de los participantes evaluados tenían menos probabilidades de ofrecer una mano amiga después de perder el sueño”, puntualizó el estudio.
¿Cómo se recuperan los ciclos del sueño cuando muere un ser querido?
Perder a un ser querido produce en las personas una serie de reacciones y afecciones físicas que son difíciles de controlar, una de las más comunes es el trastorno del sueño. Dicha dificultad se traduce en problemas para dormir, despertares constantes en medio de la noche y la sensación de desaliento a lo largo del día.
En este sentido, la Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC) subrayó que un factor determinante en la elaboración del duelo es el autocuidado por parte del doliente. “A menudo el dolor lleva a que la persona deje de cuidarse, al sentir que todo carece de importancia, pero el sueño y el descanso son fundamentales para la salud física y mental. Aunque durante un periodo de tiempo será normal no poder dormir con la misma calidad, el doliente debe procurarse descanso. El duelo es un proceso que requiere mucha energía interna y, cuanto más descansado esté el doliente, más capacidad de afrontamiento sentirá”.
Por medio de un sueño de calidad, el doliente satisface en alguna medida la necesidad de volver a sentir viva a la persona que perdió. Mientras se duerme, el cuerpo trabaja para alinear el funcionamiento correcto del cerebro, lo que a su vez equilibra la salud física y emocional. Durante un periodo de sueño el cerebro elabora complejas actividades de recopilación, memorización y aprendizaje de información que optimizan la resiliencia.
La falta de sueño está vinculada a conductas de riesgo como la depresión o el suicidio. Además, cuando estos problemas se vuelven crónicos se incrementan los riesgos de padecer problemas de salud como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, enfermedades renales, diabetes y derrame cerebral, agregó la página Manejo del duelo.