SEMANA SANTA
Jueves Santo: ¿cómo se llama el lugar donde fue la última cena?
Se dice que Jesús y sus doce discípulos cenaron por última vez en un amplio salón de una casa en Jerusalén, pero aún es un misterio a quién le pertenecía el espacio.
La última cena es quizás uno de los momentos más importantes del mundo católico debido a su significado espiritual y ceremonioso de despedida y enseñanza. En los evangelios de Marcos y Mateo, consignados en la Biblia, se han descrito los momentos previos a la última cena: los dos discípulos narraron en sus escritos el lugar donde se reunieron con Jesús.
El evangelista Marcos cuenta que Jesús les encomendó a Pedro y a Juan la misión de visitar a un contacto que tenía en Jerusalén para organizar el lugar donde se llevaría a cabo la última cena.
Según él, Jesús les pidió a sus discípulos ir a la ciudad y encontrarse con un hombre que saldría con un cántaro de agua. “Vayan a la ciudad; les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; síganlo, y allí donde entre, digan al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?’. Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; hagan allí los preparativos para nosotros”, dice la Biblia en Marcos 14.
Otros textos aseguran que Jesús describió la sala donde se realizaría la cena como un salón alto, grande, alfombrado y listo, opinión que comparten otros discípulos en sus evangelios.
Como era costumbre en Palestina, las casas solían tener un segundo nivel con salón adicional y entrada independiente para alojar a los visitantes. Por eso, varios historiadores y teólogos afirman que quizás este fue uno de los salones donde Jesús celebró la Pascua con sus discípulos.
Sin embargo, uno de los misterios que la Biblia no revela es a quién le pertenecía la casa en la que se celebró la última cena. Algunos estudiosos de la Biblia afirman que Jesús no les entregó el nombre a sus discípulos porque en el lugar se encontraba Judas y ya sabía que este lo traicionaría.
En este punto de la historia hay versiones encontradas. Algunos afirman que los discípulos no conocían la identidad del hombre que prestó la sala para la reunión, mientras que otros dicen que sí, pero que prefirieron no revelarla por lealtad a su colaborador.
Hay otros que afirman que la casa le pertenecía José de Arimatea, el mismo hombre dueño del sepulcro en el cual fue depositado el cuerpo de Jesús. Se trataba de un hombre prestante, con riqueza y poder político, que apoyaba a Jesús por afecto familiar, pues era hermano de su abuelo Joaquín.
Después de la crucifixión de Jesús, la Biblia cuenta que los 12 discípulos regresaron a la misma casa donde se celebró la última cena y que Jesús, después de resucitar, cenó allí con ellos. A partir de ese momento a este espacio se le llamó cenáculo.
Se dice que allí mismo tuvo lugar la asamblea en la que los apóstoles escogieron a Matías para sustituir a Judas y allí recibieron al Espíritu Santo, conforme se relata en Hechos de los apóstoles.
En 2014 el cenáculo fue visitado por el papa Francisco y el pontífice pudo celebrar una eucaristía con permiso de los judíos, quienes aseguran que ese mismo lugar está construido sobre la tumba del rey David.
La última cena habría sido un miércoles
Además del misterio del lugar donde se habría llevado a cabo la última cena, hay historiadores que afirman que el evento realmente se habría realizado el miércoles 1.° de abril y no el jueves, como lo celebran los cristianos.
El historiador de la Universidad de Cambridge, Colin Humphreys, señala que las discrepancias en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas en relación al de Juan surgieron porque aquellos toman como referencia un antiguo calendario diferente al judío.
El investigador concluye que la fecha exacta de la última cena fue el 1.° de abril del año 33 después de Cristo.
Esto puede significar también que el arresto, la interrogación y el juicio de Jesús no se produjo en un solo día.
El profesor Humphreys sostiene que los resultados de su investigación podrían servir de base para que finalmente se establezca el primer domingo de abril como el día de Pascua.