La dieta diurética que mejora la circulación de la sangre y ayuda a combatir la retención de líquidos

Una de las consecuencias más notables de la retención de líquidos es el desarrollo de edemas, los cuales pueden afectar la movilidad y ser el detonante ideal para dificultades renales y digestivas. Por suerte, es posible combatirla al consumir un diurético natural.

Con base al estudio ‘Edema. Enfoque clínico’, realizado por expertos de la revista Medicina Interna de México, la retención de líquidos conlleva al aumento del volumen del líquido intersticio presente en la piel.

La forma más evidente por la cual se evidencian los edemas es en las articulaciones, principalmente en las piernas y dedos. Aparte del aumento en el volumen, la hinchazón viene acompañada con dolores al hacer presión en la zona y aumento del cansancio corporal.

Respecto a las causas, la Fundación Española del Corazón explica que son variadas, pero las más comunes suelen ser: problemas cardiovasculares, insuficiencia cardiaca, enfermedades, hepatitis, diabetes, obesidad o acumulación de colesterol.

Cuando aumenta el grosor en las articulaciones, los síntomas que acompañan la retención de líquidos son aumento inexplicable del peso, incremento del perímetro de la cintura, presencia de fóvea y fatiga.

Al momento de padecer esta complicación, el mejor método para combatirla es cambiar algunos hábitos, los cuales pueden ser la causa del edema. Por ejemplo, los expertos sugieren iniciar una dieta baja en sodio, debido a que la sal termina siendo contraproducente para reducir el grosor de las articulaciones.

La sal atrae al agua, por lo que entre más se consuma, la retención de agua se incrementará. En cambio, la recomendación es dejar el sodio para darle entrada a la variedad de especias, limón, vinagre, aceites aromatizados, ajo y orégano.

Gran parte de los alimentos están hechos a base de sal, por lo que son una fuente de sodio. La forma ideal para contrarrestar esto es adoptar alimentos naturales en la dieta, tales como frutas, verduras, legumbres, carnes y pescados frescos. Otra recomendación importante es revisar la ficha técnica de los alimentos antes de comprarlos, para cerciorarse que no son fuente de sodio.

En ese orden de ideas, la Fundación presenta una dieta recomendada para seguir todos los días, teniendo en cuenta las tres principales comidas.

Para el desayuno, la sugerencia es optar por las siguientes preparaciones:

• Yogur natural con tostadas de pan sin sal con aceite de oliva virgen y una porción de fruta.
• Vaso de leche semidesnatada con galletas sin sal y con una porción de fruta.
• Infusión con leche desnatada con galletas sin sal con queso blanco y un jugo natural de naranja.

Ahora bien, para el almuerzo es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Espárragos a la vinagreta junto a una brocheta de pavo con verduras.
• Pollo al estragón con una ensalada mixta y una porción de frutas.
• Tercera a la plancha acompañada de fruta y alcachofas al vapor.

Por último, los platos recomendados para descansar plácidamente en la noche sin riesgo a una indigestión son:

• Arroz con verduras mezclada con una porción de fruta.
• Guisantes estofados con yogur natural.
• Manzana acompañada de una ensalada de tomate.

Las preparaciones se deben comer en un tiempo limitado, mientras la retención de líquidos se reduce. Cuando todo vuelva a la normalidad, es posible volver a otras comidas, pero teniendo en cuenta que no se debe exceder el consumo de sal.

Para evitar eso, es necesario optar por lácteos; a excepción de quesos curados y semicurados. Con lo que respecta a la carne, son permitidas todas las magras y frescas, pero se evitan las conservas, ahumadas, embutidos y salchichas.

Entre otros alimentos, los pescados son igual de beneficiosos, siempre y cuando no sean salados y ahumados. Las frutas y cereales también son positivas para la salud, en especial cuando impiden el ingreso de alimentos industriales.