Vida Moderna
La dieta que es considerada patrimonio por la Unesco
El mar Mediterráneo inspiró una cultura que se basa en el buen comer para mantenerse saludable.
La cultura ancestral del Mediterráneo dio origen a una serie de platos que se caracterizan no solo por su sabor, sino por su balance de nutrientes que permiten mejorar el estilo de vida de quienes los consumen.
Es por eso que esta dieta, más que ser considerada como tal, es la muestra de cómo se puede llevar un mejor estilo de vida mejorando los hábitos alimenticios.
¿Cómo llevar una buena dieta sin sufrir de hambre?
Cuando se piensa en hacer cambios en la alimentación, ya sea para bajar de peso o para empezar a modificar hábitos alimenticios, lo primero que se piensa es si se va a sentir hambre o no.
Ese tal vez es el primer error, asimilar dieta alimenticia con aguantar hambre. En realidad, las buenas dietas buscan saciar a las personas con alimentos lo suficientemente nutritivos, evitando así que estén comiendo a deshoras.
Tendencias
Una dieta muy recomendada por los especialistas es la Mediterránea, la cual se caracteriza por ser rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva virgen extra y frutos secos. Además, el consumo de pescado debe ser moderado, mientras que las carnes rojas y los productos procesados se limitan.
Esta dieta ha sido reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial, debido a sus múltiples beneficios para la salud. De hecho, diversos estudios científicos han demostrado que al adoptar este tipo de alimentación, se reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, de acuerdo a lo que dice el portal revistacromos.com.co.
¿Qué lleva la dieta mediterránea?
Se ha hablado mucho de las ventajas de implementar este régimen alimenticio en la vida diaria, pero, ¿sabe qué alimentos son los que lo componen?
Para comenzar a cambiar el chip y alimentarse mejor, tenga en cuenta que estos son los ingredientes que nunca deben faltar:
- Aceite de oliva virgen extra: la grasa principal de este estilo de vida es el aceite de oliva virgen extra, rico en ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y antioxidantes.
- Frutas y verduras: lo ideal es consumir al menos cinco raciones al día de aquellas que estén en temporada y lo mejor, que sean de diferentes colores.
- Cereales integrales: la base de la dieta mediterránea son los cereales integrales como el trigo integral, la avena, el arroz integral y la quinoa.
- Legumbres: una fuente importante de proteínas y fibras son las lentejas, los garbanzos y las habas.
- Pescado: el consumo moderado de pescado, aporta ácidos grasos omega-3 beneficiosos para la salud cardiovascular.
- Frutos secos: las nueces, las almendras y las avellanas son una fuente de proteínas, fibra, grasas saludables y minerales.
Esta alimentación se aconseja que vaya acompañada de una actividad física disciplinada, pero sin tener que llegar a los extremos. Lo ideal es hacer 30 minutos de deporte al día.
Finalmente, hay que tener en cuenta que para cuidarse no es necesario vivir lleno de restricciones, sino que, por el contrario, la clave está en alimentarse de forma equilibrada.