Vida Moderna
La planta medicinal que ayuda a reducir la presión arterial alta
La moringa es una planta rica en vitaminas A, C y algunas del grupo B, además de minerales como calcio, hierro, fósforo y potasio.
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Cuando sobrepasa la presión normal de 120/80 mm, según la Universidad de Harvard, es cuando el corazón se contrae, bombeando la sangre, y a esto se denomina presión sistólica. Por su parte, cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja, es llamada presión diastólica, explican desde la Fundación Española del Corazón.
Una de las plantas medicinales ideales para bajar la tensión arterial es la moringa, debido a sus potentes propiedades hipoglucemiantes, reduciendo los niveles elevados de glucosa en la sangre y ayudando a regular el correcto funcionamiento del páncreas, además de otros beneficios para la salud del organismo.
La moringa es un árbol originario del norte de India cuyas hojas son utilizadas de manera medicinal por sus diversas propiedades curativas. Al árbol de la moringa también se le llama árbol de la vida, ya que contiene gran valor nutricional gracias a los minerales, vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos que posee.
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A su vez, cuenta con propiedades antioxidantes beneficiosas para el organismo y puede ser utilizada para controlar y combatir el colesterol, cicatrizar heridas y proteger tejidos, desinflamar y aliviar dolores, mejorar úlceras de estómago, tratar la hipertensión, proteger el hígado, detener la proliferación de células cancerosas y fortalecer el sistema inmunológico.
El portal Nutrición y Farmacia, de España, indica que las hojas de este árbol, originario de la India, tienen propiedades para regular el estrés oxidativo, son ricas en fibras, estimulan el sistema inmune y también contribuyen a cuidar la piel debido a su aporte de vitaminas A y C y del complejo B, que favorecen la producción de colágeno y la cicatrización.
Una de sus bondades es que ayuda a cuidar la salud del corazón. Al ser rica en fibras, el consumo de moringa evitaría la absorción de colesterol en el intestino. “Además, esta planta posee diversos compuestos bioactivos, como la quercetina y polifenoles, que actúan como antioxidantes y reducen la inflamación crónica, disminuyendo así el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
De igual forma, gracias a su contenido de polifenoles, y flavonoides, la moringa contribuye a regular la presión arterial, ya que estos compuestos le otorgan propiedades vasodilatadoras, que ayudan a relajar las arterias y mejorar la circulación de la sangre, precisa Nutrición y Farmacia.
¿Cómo preparar el té de moringa?
Una de las formas más tradicionales de consumir la moringa es en té.
Ingredientes:
- 10 g (1 cucharada) de hojas de moringa.
- 250 mL de agua.
Preparación:
- Colocar el agua en una olla a fuego medio hasta que llegue al punto de ebullición, agregar una cucharada de hojas de moringa, tapar y dejar reposar durante cinco minutos.
- Colar y beber dos tazas de té al día.
¿Cómo consumirla?
Semillas: las semillas de esta planta pueden consumirse de manera directa una vez se les haya quitado la cáscara que las rodea. Se pueden ingerir como si fuese una pastilla haciendo uso de un vaso de agua para tragarlas. El medio sugiere consumir “tres gramos al día, aproximadamente entre dos a tres semillas”.
Cápsulas: estas se venden en la mayoría de las tiendas naturistas o también se pueden adquirir por internet. “Se recomienda ingerir una a dos cápsulas al día de 200 mg por día en conjunto con las comidas, no obstante, esto varía según la marca, por lo que debe leerse la etiqueta del producto, ya que cada envase puede tener diferentes concentraciones de moringa”.
Polvo: “Se recomienda entre media a una cucharadita al día (uno a tres gramos), pudiendo agregarse a los jugos, sopas, café o yogures, e incluso podría prepararse un té con el polvo”.