ANIMALES DE COMPAÑÍA
Muerte de animales de compañía: duelo y procesos fúnebres
La pérdida de un perro o un gato puede ser un proceso difícil, desde la enfermedad, hasta la muerte y el duelo.
Muchos dueños de animales de compañía no están preparados para los procesos logísticos que su muerte puede implicar y, a pesar de que el momento de despedirse de ellos puede darse en muchas situaciones, es una situación de profundo dolor. Estas son algunas recomendaciones para enfrentar el duelo y los procesos fúnebres de un animal de compañía.
¿Cuándo aplicar la eutanasia a un perro o gato?
Entre los diferentes escenarios en los cuales un animal de compañía puede fallecer está la eutanasia. Esta puede ser la mejor opción para evitar prolongar el sufrimiento en casos de animales con enfermedades terminales o tras un accidente muy grave y sin posibilidad de curación o tratamiento. Aquí yace la diferencia entre eutanasia y sacrificio, el último es aquel que se realiza a un animal sano o aunque exista la posibilidad de tratamiento para la enfermedad.
La eutanasia consiste en la aplicación de una inyección que causa una muerte rápida e indolora para el animal. Esta difícil decisión se debe tomar contando con toda la información posible sobre el estado de salud del animal de compañía. Es decir que antes de decidir dormir al perro o al gato, el diagnóstico de la enfermedad tiene que ser claro y el veterinario debe verificar que clínicamente no existan más alternativas.
Con el objetivo de que el procedimiento se realice de la manera más indolora y menos angustiante posible, hoy se puede pedir que la eutanasia se realice en casa para asegurar un último momento más intimo con el animal de compañía.
Tendencias
¿Qué hacer si el animal fallece en la casa?
Otras situaciones de muerte de un animal de compañía se pueden dar en un accidente o una muerte natural. En estos casos, es importante darle un lugar de entierro o cremación adecuados.
Luego de la muerte del animal, es necesario contactar con el veterinario de confianza o con la empresa de servicios funerarios. Estas personas son las indicadas para realizar el levantamiento del cuerpo y coordinar los procesos funerarios, ya sea entierro o cremación.
¿Enterrar o cremar? Esta decisión depende del dueño, pero en ambos casos es posible contratar servicios privados para realizar el procedimiento. En Bogotá, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) es la entidad pública encargada de la recolección y disposición de los animales fallecidos.
Si no se quiere contar con el apoyo de estas entidades, es necesario tomar medidas sanitarias adecuadas para manipular el cuerpo: usar guantes, retirar objetos como collares o prendas de vestir y limpiar los fluidos corporales del animal. Luego de esto, se puede llevar al animal de compañía a una veterinaria para coordinar el proceso de cremación.
¿Cómo decirle a los niños que su mascota ha fallecido?
La organización Nemours Children’s Health hace estas recomendaciones para informar a un niño que su perro o gato ha fallecido:
Prepararlo para la muerte: si el perro o gato se encuentra enfermo o ya tiene muchos años, es necesario empezar a mencionar que es posible que su vida llegue pronto a su fin. Si se decide practicar la eutanasia, frases como “el veterinario hizo todo lo que pudo” o “va a dejar de sufrir”, son buenas opciones para preparar al niño.
Siempre decirle la verdad: evitar el tema puede ser peor a largo plazo. Decirle a un niño que el animal ha fallecido puede llevarlo a preguntas sobre la muerte, en ese caso, vale preparar una respuesta con base en las creencias familiares.
Acompañarlo en el duelo: según el terapeuta neural Jorge Gómez Calle, este tipo de pérdida puede ser igual de dolorosa que la pérdida de un familiar. Adicionalmente, esta puede ser la primera vez que un niño se enfrenta a la muerte, por lo que acompañarlo y validar sus sentimientos es muy importante, así como hablar del animal con cariño y no ofrecerle reemplazarlo inmediatamente por uno nuevo.