VIDA MODERNA
¿Qué productos de belleza son malos para la salud de la piel?
La salud también depende de los productos que se usen para su cuidado.
La salud del cuerpo será el reflejo de lo que se come, de la actividad física que se practique y de los productos de cuidado personal que se usen. Por esto es indispensable validar los ingredientes de los productos cosméticos, de salud y belleza que se compran. El portal web Diari de Tarragona menciona algunos componentes que pueden ser nocivos para la salud y que por lo general se encuentran en productos de belleza.
Miquel Antolín, cofundador de Freshly Cosmetics, marca de cosmética natural, aseguró que “a la hora de valorar las consecuencias para la salud, hay que tener en cuenta tres aspectos. El primero es el uso continuado de productos formulados con estas sustancias; el segundo es el efecto tiempo y, por último, el efecto cóctel, es decir, la combinación de diferentes ingredientes perjudiciales en un mismo producto”.
El especialista enfatiza que “hoy día ninguna empresa puede ocultar ningún ingrediente, pero donde los consumidores tienen más dificultades para acceder a la información es vía on line, ya que es más complicado encontrar la lista completa de ingredientes en grandes marcas de cosmética”.
Por otra parte, Mafe Ampuero, especialista en belleza y directora de Caribe Azul en entrevista con el diario El Comercio de Perú aseguró que “los cosméticos son cualquier cosa que estará en contacto con nuestra piel como el champú, la pasta dental, cremas, entre otros. Hoy, con tanta información, es un pecado irse al puesto ambulante a comprar maquillaje porque pueden estar hechos con sustancias nocivas para nuestra piel y para el medioambiente”.
Tendencias
Ingredientes nocivos para la salud de la piel
- Sulfatos: están presentes en muchos productos de cuidado personal, como el champú o el gel de baño, debido al elevado poder de limpieza que tiene sobre la piel. “La elevada concentración de sulfatos en un producto de uso continuado puede generar problemas de irritación y tirantez en la piel, sequedad o incluso caída de cabello”, explica Mireia Trepat, cofundadora de Freshly Cosmetics.
- Siliconas: este componente lavado tras lavado se acumula en el cabello y la piel, ya que su función es crear una capa evitando que se esté en contacto con el exterior. Por esto no es extraño que se perciba la sensación de tener el cabello sucio a pesar de estar recién lavado.
- Perfumes sintéticos: este componente se encuentra principalmente en cremas faciales, productos capilares y también desodorantes.
- Tóxicos en el esmalte de uñas: ftalatos y tolueno actúan como fijadores, disolventes y suavizantes. Estas sustancias, en contacto con la piel por la vía respiratoria, pueden provocar problemas de salud a largo plazo entre los consumidores.
- Sales de aluminio, presente en desodorantes: se trata del antitranspirante artificial que tapona las glándulas sudoríparas consiguiendo así reducir la cantidad de sudor, lo cual no es saludable.
- Parafina, falsos hidratantes para la piel: este componente se usa comúnmente en la elaboración de cremas corporales con el propósito de lograr una piel aparentemente hidratada mediante su textura cremosa. La parafina suele emplearse en sustitución de los aceites vegetales y lo hacen extrayendo la humedad de la piel, taponando los poros e impidiendo que la piel respire en forma natural. Con el paso del tiempo este alcano acaba resecando la piel y propiciando la aparición de acné e irritaciones.
- Ingredientes con ‘cloro’, ‘bromo’, ‘iodo’, conservantes a evitar: en cosmética, para evitar el deterioro de los productos, alargar su vida útil y protegerlos de los agentes contaminantes externos se suelen emplear conservantes. Muchos especialistas recomiendan optar por la cosmética natural. “Mediante ingredientes naturales de contrastada eficiencia, como el aceite de oliva, la cosmética natural mejora el funcionamiento de la piel, a diferencia de la convencional que busca el efecto instantáneo”, concluyó Miquel Antolín.
Otras recomendaciones para el cuidado de la piel
- Cuidar la alimentación y beber mucha agua: la alimentación influye en el estado de la piel. Si se desea retrasar la aparición de arrugas, es esencial llevar una dieta equilibrada y sana, rica en frutas y verduras. Los mejores componentes para la salud de la piel son los antioxidantes, las vitaminas A, C, E y K, el omega-3, entre otros. Como mínimo se deben consumir de 10 a 8 vasos de agua al día para mantener la piel hidratada.
- Elegir una buena crema antiedad: a partir de los 25 años de edad es importante empezar a aplicarse una crema antiarrugas que ayude a atenuar esas líneas de expresión que ya son visibles. La cremas actúan rellenando la piel desde el interior para que luzca lisa y firme. Hay muchas cremas en el mercado, pero lo mejor es elegir una que se adapte a las necesidades de cada tipo piel y que contenga ingredientes como vitamina A, vitamina E, colágeno, elastina, ácido hialurónico y AHA.