Vida moderna
Várices: tres tratamientos naturales para aliviarlas y mejorar la circulación sanguínea
La vena várice se puede dar por rutinas sedentarias, así como por obesidad.
De acuerdo con información de Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), las várices son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse bajo la piel y suelen aparecer en las piernas.
Los síntomas de las várices incluyen una o más venas abultadas y azuladas, hinchazón y dolor en las piernas, sensación de pesadez en las piernas y los pies, picazón alrededor de la vena o las venas, cambios en el color de la piel alrededor de la vena o las venas, calambres nocturnos, entre otros.
La mala circulación es una de las causas principales de su aparición porque las válvulas dentro de ellas, se deterioran, mismas que permiten un flujo óptimo de la sangre.
Según reseña la enciclopedia médica MedlinePlus, algunos factores de riesgo son:
Tendencias
- Edad avanzada.
- Ser mujer (los cambios hormonales por la pubertad, el embarazo y la menopausia pueden conducir a las venas varicosas; además, píldoras anticonceptivas u hormonoterapia puede aumentar el riesgo).
- Nacer con válvulas defectuosas.
- Obesidad.
- Embarazo.
- Antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas.
- Estar de pie o sentado por largos períodos.
- Antecedentes familiares de venas varicosas.
En ese sentido, existen diferentes tratamientos para tratarlas, tanto naturales como médicas, motivo por el cual el portal Saber Vivir recomienda tres métodos para combatirlas. No obstante, la mejor opción es consultar con un profesional de la salud.
- Ejercicio físico regular. Ejercitarse fomenta una mejor circulación sanguínea en las piernas, lo que ayuda a impulsar la sangre que se ha acumulado en las venas.
- Colocar las piernas en alto. Mantener las piernas elevadas por encima del corazón ayudará a mejorar la circulación. Esto reduce la presión en las venas y la gravedad ayudará a que la sangre fluya libremente hacia el corazón.
- Medias de compresión. El uso de estas medias es favorable debido a que aprietan las piernas, lo que ayuda a las venas y a los músculos a mover la sangre más eficientemente.
Operación de las varicosas
El criterio para intervenir sobre esta patología lo da el personal médico. Teniendo en cuenta datos compartidos por el Centro Europeo de Cirugía Estética, “recibir un golpe en una pierna con varices en las que se acumula gran cantidad de sangre estancada, puede ser altamente peligroso”.
En ese orden de ideas, la recomendación es hacerlo cuando hay dolencias insoportables o accidentes por lesiones.
Por otro lado, especialistas del Hospital Mesa del Castillo, en España, consideran que en la actualidad este tipo de operaciones tienden a ser secundarias, así que no son recomendadas siempre. En vez de ello, se puede recurrir a tratamientos inyectables, aunque la variedad es extensa y eso significa que también puede llegar a ser experimental.
Además, el hecho de extirpar una varicosa no da la garantía de que no vuelvan a aparecer. Román Escudero, Director de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, comenta en Infosalud que “en el 97 % de los pacientes, las varices tienen un origen genético y, dado que estos factores que predisponen a su aparición no pueden eliminarse, tras la cirugía su reaparición es inevitable en la mayoría de los casos”.
Quienes por diversas causas toman la decisión de operarse, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, detalla que la intervención puede durar entre una hora y hora media. Asimismo, recalcan que se recurre a la práctica médico-estética “para extraer o ligar una vena grande en la pierna llamada vena safena superficial”.
De otro modo, si son venas que no están relativamente preponderantes y sus signos son pocos, no es recomendable someterse a la operación como tal.
Para terminar, las personas pueden recurrir a cambiar su estilo de vida, poniéndose como tarea tratar de mantener un peso saludable, realizar actividad física moderada y evitar estar sentado o de pie durante tiempos prolongados.