Cumbre Líderes por la Educación
Cosmo Schools, la red de colegios de Comfama donde las calificaciones no existen
Esa es la apuesta de la Caja de Compensación de Antioquia, Comfama, con su red de colegios Cosmo Schools. El sueño empezó con 19 estudiantes y hoy ya son más de 4.000 en todo el departamento. Su modelo educativo es ejemplo en Colombia y en el mundo.
Después de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado un preocupante aumento de personas que se sienten deprimidas y con estrés, una tendencia que se evidencia principalmente entre los más jóvenes. En el caso de los niños y adolescentes, se suma el acoso escolar, un fenómeno que según el Ministerio de Salud se ha convertido en un factor de riesgo importante. De acuerdo con cifras de la entidad, el 19 por ciento de los estudiantes de colegios reportan ser víctimas de este fenómeno de forma recurrente, mientras que un 4 por ciento lo hace de manera continua.
Entendiendo esta realidad, la Caja de Compensación de Antioquia Comfama se puso en la tarea de buscar una respuesta a cómo debería ser la educación para construir un mejor futuro para niños y jóvenes. Durante tres años, un grupo de líderes educadores enviados por Comfama exploraron los sistemas educativos de 25 países, una experiencia enriquecedora que sirvió de insumo para crear Cosmo Schools: una red de colegios que, a diferencia de los modelos tradicionales, hace de la educación una experiencia de vida a través de la inspiración y la curiosidad, reconociendo que cada estudiante tiene un propósito y un potencial que debe ser cultivado.
“Comenzamos hace cinco años en Antioquia con 19 estudiantes y hoy ya sumamos nueve colegios con un total de 4.300 estudiantes, quienes aprenden los conocimientos esenciales, según su ciclo de vida, pero que además desarrollan habilidades socioemocionales de manera transversal dentro del plan educativo. Aquí lo importante es destacar que lo socioemocional no solo es un proyecto o un relato, sino la manera en que nos conectamos desde lo humano, desde nuestros sentimientos, emociones y el relacionamiento que tenemos con otras personas. Es lo que nos inspira y cautiva, porque sabemos que niños felices comprenden la educación y el aprendizaje como una experiencia para toda la vida”, explicó Juan Manuel Restrepo, director de Cosmo Schools de Comfama.
Según el director, los colegios promueven el autodescubrimiento, el liderazgo y el cuidado. Por eso, un equipo de profesores (mentores como son llamados en Cosmo) acompañan a niños, niñas y jóvenes en la búsqueda de su propósito y potencial a través de experiencias inspiradoras y aprendizajes significativos que les permita verse siempre como aprendices y donde se estimule el gozo intelectual. La meta es lograr que los estudiantes se conecten con el arte, el cuerpo, la ciencia, la naturaleza, el inglés y la tecnología, además de ayudarlos a transformarse en seres libres, felices y conscientes.
Proyectos emocionantes
El modelo educativo de Cosmo Schools también vincula la neurociencia, encargada de estudiar el sistema nervioso, y la manera en cómo el cerebro y el cuerpo aprende y se conectan con el contexto, que es lo que enciende la chispa por el aprendizaje. De ahí parte el interés de Cosmo Schools por ir más allá de ser una red de colegios para convertirse en centros de experiencias que permitan resolver retos, conectarse con el mundo, comprender sus desafíos y crear proyectos emocionantes. Todo esto respaldado por un proceso de aprendizaje autónomo.
“Entendimos que las aulas de clase son centros culturales en los que se aprende a través de preguntas y proyectos que desarrollamos individual y colectivamente… Y usamos la cultura como un detonante que genera asombro y curiosidad mediante el teatro, la danza, la música, la lectura y la pintura. Pero también comprendimos que es esencial que los alumnos se enlacen con el mundo y desarrollen una visión global, y el dominio del idioma inglés es clave en ese proceso”, agregó Restrepo.
Parte de la evolución del modelo se refleja en el hecho de que en Cosmo Schools no se entregan notas sino que se celebran las conquistas de los estudiantes; esta celebración permite reconocer la ruta de aprendizaje de cada estudiante, resaltando avances en sus conocimientos esenciales pero también en el desarrollo de habilidades socioemocionales o habilidades del siglo XXI como la confianza, la sociabilidad, la curiosidad, el autocontrol, el liderazgo, la creatividad, la tolerancia, la empatía, la gestión del estrés, entre otras.
Aplicar un modelo disruptivo fue lo que llevó a esta red de colegios a convertirse en un referente regional, nacional y de Colombia en el exterior. De acuerdo con su director, en menos de cinco años han impactado a más de 2.600 maestros de colegios públicos, rectores y líderes educativos en Tolima, Antioquia, Valle del Cauca y Bolívar. Así mismo, esta propuesta los ha llevado a ser un ejemplo de liderazgo en diferentes países de América Latina y en España. “Hemos formado una red de más de 7.000 familias que se muestran impactadas con el sistema”, puntualizó Restrepo.
El interés por extender el poder de este modelo ha generado alianzas con instituciones educativas públicas y privadas, a través de las cuales se desarrollan proyectos con los que se responde a los desafíos presentes y futuros de la sociedad. Ejemplo de ello es el Proyecto Ambalema, donde están acompañando a instituciones educativas públicas en la formación de maestros en metodologías activas y en una educación que despierte el propósito de los estudiantes.
“El mundo está cambiando y nuestros jóvenes merecen tener herramientas para ser parte de él. Esta es una experiencia de vida para todos como familia y un regalo para nuestros hijos. Me soñaba una educación así, que priorizara al estudiante y le diera lugar a lo que a ellos les inquieta”, expresa Alexandra Granados, mamá de Maximiliano y Emmanuel en Cosmo.
*Contenido elaborado con apoyo de Cosmo Schools