Alimentación consciente

Comer con intención es parte de las celebraciones decembrinas

Las fiestas de fin de año invitan a detenerse y compartir, incluso a la hora de comer. El ‘mindful snacking’ gana espacio como una forma consciente de disfrutar los snacks, y se materializa en recetas sencillas para pasar más tiempo en familia. Desde Mondelez comparten una tendencia y una receta.

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17 de diciembre de 2025, 2:09 a. m.
Mindful snacking es una práctica que propone disfrutar los snacks con atención plena, saboreando cada bocado.
Mindful snacking es una práctica que propone disfrutar los snacks con atención plena, saboreando cada bocado. Foto: Getty Images/iStockphoto

En medio de las celebraciones decembrinas, cuando las mesas se llenan y los tiempos parecen acelerarse, una tendencia global invita a hacer una pausa y a reconectar con la experiencia de comer: el mindful snacking. Esta práctica propone disfrutar los snacks con atención plena, saboreando cada bocado y entendiendo el acto de compartir como un momento de presencia y conexión. De acuerdo con el estudio State of Snacking, realizado por Mondelēz International junto a The Harris Poll, el 96 por ciento de los consumidores a nivel global afirma practicar hábitos de consumo consciente, mientras que el 71 por ciento considera que compartir un snack es una forma de demostrar afecto, una cifra que cobra especial relevancia en fechas como la Navidad.

Diciembre es sinónimo de reuniones familiares, novenas y encuentros prolongados en nuestro país. En ese ambiente festivo, el mindful snacking se convierte en una alternativa para equilibrar indulgencia y bienestar. Más que restringir, la tendencia invita a elegir porciones adecuadas, a prestar atención a los sabores, aromas y texturas y a transformar un gesto cotidiano en un ritual compartido. “Una pausa, una conversación o un snack compartido pueden convertirse en momentos inolvidables cuando se viven con intención”, señala Luis Gutiérrez, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Mondelēz International. Practicar pausas intencionales, elegir porciones adecuadas y convertir el snack en un pequeño ritual compartido son algunas de las recomendaciones clave.

Un ejemplo sencillo es preparar bocados conscientes de chocolate y frutos secos: derrite chocolate oscuro a baño maría, agrega almendras, maní o nueces ligeramente tostadas y una pizca de sal marina. Vierte pequeñas porciones sobre papel encerado y deja reposar hasta que solidifiquen. El resultado es un snack para disfrutar sin prisas, ideal para compartir y saborear cada mordida. Porque, al final, el mindful snacking no se trata solo de qué comemos, sino de cómo y para qué lo hacemos: transformar un gesto cotidiano en un momento significativo, especialmente en Navidad.

Diciembre sabe mejor cuando se comparte una receta en familia

La Navidad tiene sonidos, aromas y gestos que se repiten cada año. Pero, si hay algo que acompaña cada uno de esos momentos es la comida compartida. En esta época, los snacks dejan de ser solo un antojo y se convierten en un vehículo para el encuentro.

Durante las fiestas decembrinas, especialmente la noche del 24 de diciembre, preparar un plato sencillo juntos puede transformarse en un ritual familiar. No se trata solo de comer, sino de crear un espacio para conversar, reír y reforzar vínculos. En ese contexto, las recetas fáciles y pensadas para compartir ganan protagonismo, porque permiten pasar menos tiempo en la cocina y más alrededor de la mesa. Como parte de esta invitación a disfrutar sin complicaciones, Mondelēz, compañía detrás de marcas como Oreo y Trident, propone una preparación práctica e indulgente, ideal para acompañar la noche navideña.

La receta combina ingredientes simples y sabores familiares: costilla de cerdo, aguacate, maíz choclo y galletas Ritz.

Para prepararla, se dora la carne previamente cocida en manteca de cerdo, se trocea y se mezcla con el maíz, condimentando con sal, pimienta y comino. Luego, se sirve sobre las galletas Ritz junto con aguacate en cubos y, si se desea, plátano maduro. El resultado es un snack fácil de compartir, pensado para disfrutarse sin prisas mientras la noche avanza entre regalos, juegos y planes para el año que comienza. Porque en diciembre, más que nunca, compartir una receta también es compartir tiempo, afecto y recuerdos.


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