“Desarrollamos tecnología que permite hacer cosas que no eran posibles”: María Margarita Castro

No le incomoda el cambio. Desde pequeña aprendió a afrontarlo, luego de que su familia tuvo que mudarse en pocos años de Barranquilla a Cali y luego a Bogotá. Por eso aceptó la propuesta de contribuir a la llegada al país de Nisum, una compañía estadounidense de consultoría digital que guía a empresas de distintos sectores en su evolución digital.

Le fue tan bien en la labor de abrir las puertas del mercado nacional que le pidieron que se quedara a la cabeza de Nisum Colombia. A los seis meses tenía 30 desarrolladores. Hoy, tres años después, cuenta con 100.

“Estamos a mitad de camino entre las consultoras como McKinsey y las desarrolladoras de tecnología”, explica. Esto se traduce en un proceso de creación conjunta con los clientes: “Lo primero que hacemos es sentarnos con ellos para entender su negocio.

Luego aplicamos su mirada a nuestra experticia técnica, armamos un equipo de trabajo a la medida de sus dificultades y prioridades, y desarrollamos una tecnología que les permita hacer cosas que antes no eran posibles”. En una sola palabra, innovación.

Para ella es clave que el cliente no solo aprenda a utilizar las herramientas que le entregan, sino que entienda cabalmente su razón de ser y las aproveche en la evolución de su empresa.

Castro no viene del mundo de la tecnología. Estudió Economía en la Universidad de los Andes y comenzó su carrera en Colpatria. Se suponía que iba para la mesa de dinero, pero la mandaron a mercadeo después de su entrevista con el presidente del banco. Comenzó manejando los eventos y lanzamientos. A los ocho meses pasó al área de seguros, en la que estuvo hasta que dejó el mundo laboral, durante casi nueve años, para criar a sus tres hijos.

Cuando el más pequeño entró al colegio, volvió a trabajar tiempo completo como gerente comercial de Sodexo. Ocho años después, salió de la multinacional francesa. Su último cargo fue vicepresidente comercial para Latinoamérica.

Ser una mujer en posiciones de dirección la ha impulsado a promover novedosas campañas para aumentar la participación femenina en el mundo de la tecnología. Por ejemplo, acogió la iniciativa global de la compañía, Pink Bonus, que entrega un incentivo a quien lleve una mujer al equipo. “A pesar de ello, en Nisum Colombia tenemos alrededor de un 19 por ciento de mujeres. La cifra es baja —admite—.

En cargos de liderazgo es de un 70 por ciento”. Otro de sus intereses es el aprendizaje permanente. Su última aventura académica fue un MBA en la Hult International Business School, en Estados Unidos, de la que se graduó el año pasado.