Opinión
El reto de las empresas frente al consumo de sustancias psicoativas
Se necesita la construcción de una cultura de prevención en materia de consumo de alcohol y drogas dentro de las organizaciones que ayude a salvaguardar la vida de sus trabajadores.

Ser empresario no es solo dirigir una compañía, es liderar una comunidad. Entre balances, estrategias y desafíos, hay una verdad innegable: sin la salud mental y física de los empleados, la empresa no existe. Los trabajadores no son solo números en una nómina: son el alma que da vida a cada proyecto, meta y logro.
Los que hemos tenido la infortunada noticia de que un trabajador falleció, sabemos que no hay palabras para describir la impotencia que se siente, el dolor de ver una familia que debe afrontar la vida sin su ser querido. Sin duda, el peor día de la vida de un empresario no será una caída en las ventas ni una crisis financiera, sino el día en que reciba una llamada en la que le digan que uno de sus empleados no volverá a casa debido a un accidente durante su labor derivado del consumo de alcohol o drogas.
El consumo de alcohol y drogas en la jornada laboral no es solo un problema de productividad: es una bomba de tiempo que puede costar vidas. Sobre todo en aquellos sectores en los cuales los trabajadores ocupan cargos de alto riesgo, como conductores de transporte, operarios de maquinaria pesada, trabajadores en altura o personal en plantas industriales. Un error derivado del consumo de estas sustancias no solo puede comprometer la vida del trabajador, sino también la de sus compañeros y de la comunidad, en general.
Por eso, en Colombia las leyes son estrictas: las empresas tienen la responsabilidad de garantizar espacios laborales libres del consumo de alcohol, tabaco y drogas. Sin embargo, más allá de la obligatoriedad legal, la verdadera pregunta es cómo estructurar programas de prevención efectivos que no solo respondan a la norma, sino que realmente salven vidas.
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El marco normativo: una responsabilidad empresarial ineludible
El Código Sustantivo del Trabajo prohíbe expresamente que un trabajador se presente a su jornada laboral bajo los efectos de alcohol o sustancias psicoactivas. En casos de incumplimiento, los empleadores pueden aplicar sanciones e incluso proceder con el despido.
Pero la regulación no se queda ahí. Existen diversas resoluciones y decretos que refuerzan la necesidad de adoptar medidas preventivas dentro de las organizaciones. Un ejemplo de ello es la Ley 1696 de 2013, que endurece las sanciones para quienes conducen bajo los efectos del alcohol o drogas, con especial impacto en sectores como el transporte y la logística. El mensaje es claro: las empresas tienen la responsabilidad de actuar, especialmente cuando sus trabajadores desempeñan funciones críticas para la seguridad de todos.
¿Cómo construir una cultura de prevención?
Cumplir con la normatividad es solo el inicio, ya que, para reducir riesgos y salvar vidas, las empresas deben trabajar en la construcción de una cultura organizacional preventiva, apoyándose en tres aliados estratégicos: las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) especializadas en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), así como el Corredor de Seguros de cada empresa, junto a su Administradora de Riesgos Laborales (ARL). Y aquí surge la siguiente pregunta: ¿de qué forma puede darse esta alianza?
- Educación y sensibilización constante: no basta con una charla ocasional. Se requieren campañas permanentes que incluyan formación sobre los efectos del consumo de sustancias en el desempeño laboral y la seguridad. Las IPS y ARL pueden ser aliados clave en este proceso, ofreciendo capacitaciones diseñadas para cada tipo de empresa y sector.
- Pruebas periódicas con sentido preventivo: aunque la ley no impone una periodicidad específica, lo recomendable es realizar más de una prueba de detección al año. Las IPS con enfoque claro en SST pueden contratar a empresas especializadas para la toma de estas pruebas de manera eficiente y profesional, reduciendo la carga operativa de la organización.
- Apoyo y acompañamiento en casos de consumo: más allá de las sanciones, es clave que las empresas brinden apoyo a los trabajadores que enfrentan problemas con el consumo de sustancias. Gracias a las IPS y las ARL, las empresas pueden diseñar programas a medida, con acompañamiento de expertos en salud ocupacional, psicólogos y profesionales capacitados para abordar estos casos con sensibilidad y eficacia.
- Ambientes laborales saludables: un entorno de trabajo que promueva la salud es clave para reducir el riesgo de consumo de sustancias. Las IPS pueden ayudar a estructurar programas de bienestar físico y mental, que incluyan pausas activas, espacios de recreación y promoción de hábitos saludables.
- Liderazgo y ejemplo desde la alta dirección: la prevención debe ser parte del ADN corporativo. Las ARL pueden asesorar a las empresas en la implementación de estrategias efectivas de liderazgo en seguridad y salud ocupacional, asegurando que la prevención sea una prioridad en todos los niveles de la organización.
Cargos de alto riesgo: cuando un error puede ser fatal
Si bien la prevención debe aplicarse en todos los sectores, hay industrias en las que la vigilancia debe ser aún más estricta. En cargos como conductores, operarios de maquinaria, trabajadores en altura o manipuladores de sustancias peligrosas el consumo de alcohol o drogas puede derivar en accidentes fatales.
Las empresas de estos sectores no pueden darse el lujo de tomar este tema a la ligera. Contar con pruebas de detección periódicas, apoyo psicológico y programas de prevención bien estructurados puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
La prevención es una inversión, no un gasto
Construir una cultura de prevención en el ámbito laboral no es un lujo ni una simple norma que se debe cumplir. Es una inversión estratégica en la seguridad, el bienestar y la sostenibilidad de las empresas.
Y lo más importante: las empresas no están solas. Con el respaldo de un Corredor de Seguros, una ARL y una IPS especializada en salud ocupacional es posible desarrollar programas de prevención efectivos, adaptados a cada industria.
El reto está en cambiar la percepción: la prevención no debe verse como una carga, sino como una oportunidad para fortalecer la empresa y proteger lo más valioso que tiene: sus trabajadores. No esperes a que suceda una tragedia para tomar medidas. Implementa controles, sensibiliza a tu equipo y protege lo más valioso que tienes: la vida de quienes trabajan contigo.
Nathalia López, vicepresidenta de VML Holding