Opinión
Invertir en el desarrollo de la mujer agricultora, un gran desafío en Colombia: vicepresidenta de Pepsico Alimentos para la región Andina
Las mujeres representan el 50 por ciento de la población rural de Colombia y son un pilar clave para el desarrollo del campo. Impulsar sus capacidades productivas sigue siendo una tarea pendiente.
Cada vez que consumo un producto proveniente del campo es inevitable pensar en toda la historia que hay detrás para que llegara hasta nuestros hogares. Y cuando pienso en toda la cadena de eventos, me detengo para reconocer el inicio de su producción y me enorgullece decir que son las manos de nuestros campesinos colombianos las que están detrás de cada cultivo y cosecha que lleva lo mejor del agro a nuestras familias.
De esas manos productoras, casi seis millones son de mujeres que representan cerca del 50 por ciento del total de la población rural en Colombia. Ellas no solo cumplen un rol fundamental en sus hogares, son un pilar clave del campo y uno de los motores más potentes de nuestra economía. Es en estas mujeres que veo el potencial para construir una sociedad más incluyente, diversa, innovadora y, sobre todo, sostenible.
Por mi rol, en los últimos años he sido testigo de lo que pueden lograr y lo alto que pueden llegar gracias a su constancia y valor. Hoy más que nunca su papel es definitivo para seguir reduciendo barreras de género e impulsar el desarrollo del campo.
Este apoyo se logra, en primer lugar, impulsando sus capacidades productivas y sociales por medio de asistencia técnica, fortalecimiento empresarial y auxilios para la educación de sus hijos. En general, se trata de brindarles todas las competencias y conocimientos necesarios para que puedan seguir creciendo y fortalecer sus habilidades emprendedoras.
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Por último, debemos asegurarnos de que los hogares rurales, que son los proveedores del alimento para el país, también cuenten con unas condiciones adecuadas de seguridad alimentaria y nutrición, proporcionando recursos y herramientas para ellas.
En conclusión, hago una invitación a que sigamos trabajando de manera conjunta por el campo en nuestro país y en especial por la resignificación del rol de la mujer en el agro colombiano. Ellas y sus familias están detrás de cada uno de los productos agroindustriales que llegan hasta nuestras mesas y son un pilar fundamental para que el sector agroindustrial se siga fortaleciendo y aporte aún más a la economía nacional.
Nuestro mayor desafío será que más organizaciones se sumen a invertir en el desarrollo de la mujer agricultora y que reconozcan, cada día, su maravillosa labor otorgando más oportunidades de empoderamiento que nos ayuden a sentar las mejores bases para un sistema alimentario más sostenible.
*Vicepresidenta y gerente general para PepsiCo Alimentos Región Andina