La colombiana que está forjando un futuro sostenible en la industria azucarera

La presidenta de Asocaña, lidera la organización que opera en 50 municipios de cinco departamentos: Valle, Cauca, Risaralda, Caldas y Quindío, que se encuentran en el suroccidente colombiano. Desde su rol de liderazgo, Calero ha impulsado diferentes proyectos, como ‘Compromiso Rural’, una apuesta que visibiliza los emprendimientos de la región y fomenta la generación de empleo formal.

La ejecutiva tiene 25 años de experiencia en el sector agroindustrial de la caña, un campo que se ha caracterizado por tener mayor presencia masculina. De hecho, ella recuerda que los hombres siempre fueron mayoría desde que estaba en su pregrado, cuando estudió ingeniería sanitaria en la Universidad del Valle.

Su trayectoria profesional empezó en la multinacional Goodyear Colombia, luego estuvo en empresas de diseño de ingeniería, específicamente en todo lo relacionado con sistemas de tratamiento de aguas residuales. Además trabajó durante cuatro años en el ingenio azucarero Providencia, para luego unirse a la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña). La dirigente gremial ha explorado diferentes áreas dentro de la Asociación ya que ha estado ligada a las áreas social, ambiental, de calidad y productividad. En estos espacios ha podido fortalecer sus habilidades y conocimiento gracias a la interacción constante que ha tenido con los diferentes equipos de trabajo. Entre los diferentes proyectos que enorgullecen a esta líder se encuentra el de participar en todos los procesos relacionados con el alcohol carburante, también conocido como etanol, que ha permitido que en Asocaña le apuesten a un nuevo negocio a la vez que contribuyen a la preservación del medio ambiente.

“En Asocaña tenemos seis destilerías que producen alcohol carburante, las cuales han generado desde hace 18 años, cuando empezó su operación, cerca de 1.650 millones de galones de etanol que han sustituido alrededor de 1.064 millones de galones de gasolina, disminuyendo las emisiones de CO2″, precisa.

Para aterrizar esos resultados la directiva relaciona este hecho con haber sembrado 66 millones de árboles, lo que además de generar un impacto ambiental, le produce una gran satisfacción como líder de la organización.

Los temas sostenibles y de impacto social han inspirado a Calero y también la han motivado a involucrarse en los proyectos de Asocaña con ese enfoque. Por ejemplo, con el interés de contribuir al medioambiente, han impactado 26 cuencas hidrográficas con ecosistemas estratégicos del país. A su vez, más de 18.000 familias que se encuentran en estos lugares se benefician, debido a que pueden vincularse a diversos proyectos productivos que desde Asocaña les ayudan a formalizar y potencializar para que tengan ingresos adicionales.

La ejecutiva está convencida de que la clave del éxito está en promover el desarrollo comunitario “porque la industria solo podrá crecer en la medida en que las comunidades de los territorios también crezcan”, afirma.

Calero explica que ahora el gran reto es fomentar que haya más presencia femenina en este sector y afirma que la fórmula mágica para que las mujeres crezcan profesionalmente es “creer en sí mismas, ser apasionadas con lo que hacen y nunca renunciar”. La líder gremial ha sido una de las piezas claves para hacer posible que el azúcar y los derivados de la caña lleguen a todos los hogares colombianos, además, es testigo del amplio impacto que ha tenido este campo en el país.

“El sector agroindustrial de la caña genera 286.000 empleos directos e indirectos. Nosotros hemos tenido la fortuna de estar presentes en todo el proceso, desde el campo hasta la producción de azúcar y sus derivados”, agrega. La directiva considera que todos los días son un proceso de aprendizaje, por eso nunca ha dejado de formarse. Esta ingeniera también realizó una maestría en administración de negocios y especializaciones en finanzas y desarrollo sostenible.

Calero nació en Palmira, es una persona disciplinada y perseverante que en su tiempo libre le gusta leer temas diferentes a los de su campo de experticia, como novelas literarias. Además se considera una pintora frustrada, por eso una de sus pasiones es dibujar y pintar utilizando diferentes técnicas, como dibujo a lápiz y carboncillo.

En el futuro, esta directiva se ve como una mujer transformadora de sociedades. Su objetivo es compartir el conocimiento y experiencia acumulados a lo largo de su vida, para impactar positivamente a otros. Así mismo, busca inculcar estos valores a su hijo para que se convierta en un excelente ser humano.

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