Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

Opinión

Miguel, sé fuerte, estamos contigo

Millones de colombianos te acompañamos, al igual que a tu familia.

Alejandra Carvajal
10 de junio de 2025

El sábado en la tarde, en el barrio Modelia, de la ciudad de Bogotá, las estructuras criminales que atentaron contra Miguel Uribe también lo hicieron contra la democracia, y contra todos aquellos que la queremos como forma de gobierno.

Debemos todos unirnos y condenar el accionar de grupos que pretenden desestabilizar el país. Minutos antes de escribir esta columna, leí un comunicado del Partido Centro Democrático, en el que se advertía que delincuentes estarían dispuestos a pagar $ 8 millones de dólares por el asesinato de Vicky Dávila, María Fernanda Cabal, Abelardo de la Espriella, y del señor expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez.

Mi solidaridad con todos ellos. No debe ser nada fácil afrontar una amenaza como esa. Con el expresidente Uribe, mi solidaridad es adicional, ya que no solo quieren desaparecerlo físicamente, sino también política y judicialmente. El juicio que se adelanta en su contra es una muestra de ello.

Jamás había visto un juicio rodeado de tantas vilezas y bajezas. El afán de enjuiciar a Uribe Vélez es tal que, a pesar de tener decenas de procesos en su despacho, la señora jueza ha decidido dejarlos de lado, dedicándose casi exclusivamente al de Álvaro Uribe.

¿Acaso no es esto también una manera de atentar contra la democracia? Con este accionar, la señora jueza incurre en varias y múltiples faltas disciplinarias, ¿nadie va a sancionarla? También he sabido de reuniones secretas que tiene la jueza del caso, los días miércoles en su despacho: ¿Con quiénes? ¿Para qué?

A todas estas, me asalta una duda: Así como están ofreciendo 8 millones de dólares para atentar contra la vida de Álvaro Uribe, ¿también lo estarán haciendo para que se dé su muerte judicial? ¿Las organizaciones de derechos humanos de carácter internacional no piensan hacer nada al respecto?

Sé que el Gobierno de Estados Unidos, varios Estados de la Unión Europea, así como un número significativo de congresistas de los Estados Unidos, están haciendo seguimiento al caso, pues en esos países existe una real preocupación por el futuro de la democracia en Colombia.

Antes de continuar, debo decir que no soy miembro del partido Centro Democrático, pues actualmente no milito ni estoy afiliada a ningún partido político. Pero lo que estamos viendo es la persecución a los miembros de esa agrupación. Está claro que quieren matarlos física, política o judicialmente. Exterminarlos.

Toda mi solidaridad con Miguel Uribe, espero que se mejore pronto y lo veamos de nuevo en su lucha por un mejor país. A su esposa, María Claudia Tarazona, sus hijas, su papá, a su abuela Nidia, a su hermana María Carolina, su tío Julio Cesar y demás familiares de Miguel, quiero decirles que millones de colombianos los acompañamos, que se encuentran en nuestras oraciones, que no los dejaremos solos.

¡Miguel, sé fuerte, estamos contigo! La democracia en Colombia aún vive, gracias a personas como tú. Las organizaciones criminales, al parecer transnacionales, que están detrás de este vil atentado, se enfrentan a un espíritu indómito, el de millones de colombianos que, incluso con la vida, defenderemos las instituciones, el Estado de derecho y el futuro y porvenir de nuestras familias.

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