El vapeo, la tendencia cada vez más popular en el mundo, tiene inquieta a la sociedad científica y médica en el mundo. La falta de evidencia sobre el impacto en la salud pública y la cada vez más creciente popularidad entre los jóvenes han prendido las alarmas en la comunidad y entre los padres de familia.El doctor Mauricio González, médico internista y especialista en Medicina de Emergencia en el Metropolitan Hospital de Nueva York, en conversación con Mónica Jaramillo señaló la importancia de la implementación de políticas públicas que regulen esta tendencia en LatinoaméricaEl doctor González asegura que aunque el vapeo parece ser menos dañino que los cigarrillos convencionales, no significa que sea inofensivo. Por eso es clave entender las diferencias y preocuparse por el impacto en la salud. “Cuando la gente pregunta si es dañino o no, mi respuesta siempre va a ser la siguiente, al parecer por ahora es menor dañino que el cigarro convencional, pero eso no significa que sea inocuo, eso no significa que no vaya a traer otros daños a la salud, que sea un poco mejor que otro no significa que sea completamente seguro”, señala González.Decidir y determinar de manera consciente y responsable las razones por las cuales se usan los dispositivos de vapeo es el primer paso para reducir el impacto que puede tener en menores de edad. “Mi posición sigue siendo la misma. En personas adultas el vapeo tiene que ser usado y utilizado única y exclusivamente como método para dejar el tabaco convencional. Si tu no fumas cigarrillo convencional ir a una tienda y comparte un ‘vaping device’ realmente no te sirve de nada en la vida, si no que te podría estar trayendo a largo plazo algunos efectos”, asegura el doctor.