Salud
¿Qué causa un edema en los pulmones?
Esta afección, si no se trata a tiempo, puede causar la muerte.
El edema pulmonar es una afección que se genera por el exceso de líquido presente en los pulmones. En ocasiones este se acumula en las numerosas bolsas de aire existentes en estos órganos y dificulta la respiración.
Instituto Nacional del Cáncer indica que en la mayoría de los casos, los problemas del corazón ocasionan edema pulmonar. Sin embargo, el líquido se puede acumular en estos órganos por otros motivos como, por ejemplo, la neumonía, el contacto con ciertas toxinas, los medicamentos, los traumatismos en la pared torácica y los viajes a lugares de gran altitud o el ejercicio en este tipo de sitios.
Los expertos aseguran que el edema que se manifiesta en los pulmones de manera repentina (edema pulmonar agudo) es una emergencia médica que requiere atención inmediata. En algunas ocasiones, el edema pulmonar puede causar la muerte. El tratamiento de este padecimiento depende de la causa, pero, por lo general, incluye el suministro de oxígeno adicional y la administración de medicamentos.
Como ya se mencionó, en muchas ocasiones este padecimiento es causado por insuficiencia cardíaca congestiva; es decir, cuando el corazón no es capaz de bombear sangre de manera eficiente, es posible que esta se represe en las venas que la llevan a través de los pulmones.
Tendencias
A medida que la presión en estos vasos sanguíneos se incrementa, el líquido es empujado hacia los espacios de aire (alvéolos) en los pulmones. Este líquido reduce el movimiento normal del oxígeno a través de los pulmones. Estos dos factores se combinan para causar dificultad para respirar, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por qué se genera insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca congestiva que lleva a edema pulmonar puede ser causada por:
- Un ataque cardíaco o cualquier enfermedad del corazón que ocasione debilitamiento o rigidez del miocardio (miocardiopatía).
- Presión arterial alta (hipertensión) grave y repentina.
- Válvulas cardíacas permeables o estrechas (válvulas aórtica o mitral).
Los especialistas del instituto de investigación Mayo Clinic aseguran que son diversos los síntomas que puede experimentar una persona cuando enfrenta un edema pulmonar, pues es un padecimiento que puede aparecer repentinamente o desarrollarse con el tiempo y por eso las señales no son las mismas en un caso o en otro.
Síntomas de edema pulmonar repentino (agudo)
- Dificultad para respirar (disnea) o falta excesiva de aire que empeora con la actividad o al acostarse.
- Sensación de asfixia o ahogo que empeora al acostarte.
- Tos que produce esputo espumoso y que puede tener sangre
- Latidos del corazón irregulares y rápidos (palpitaciones).
- Ansiedad, agitación o sensación de que algo malo está a punto de suceder
- Piel fría y húmeda.
- Silbido del pecho o jadeos al respirar.
Edema pulmonar de largo plazo (crónico)
En este tipo de edema las señales son las siguientes y por ello se debe prestar especial atención.
- Despertar por la noche con tos o sensación de dificultad para respirar que puede aliviarse al sentarse.
- Dificultad para respirar mientras la persona está en actividad o cuando está acostada
- Fatiga.
- Más falta de aire de lo habitual cuando hace actividad física.
- Tos nueva o que empeora.
- Aumento de peso rápido.
- Hinchazón en las piernas y los pies
- Silbido del pecho.
Edema pulmonar de gran altitud (EPGA)
Los adultos y los niños que viajan o hacen ejercicio en grandes altitudes pueden sufrir edema pulmonar de las alturas. Los síntomas son similares a los del edema pulmonar agudo, y pueden incluir los siguientes:
- Dolor de cabeza, que puede ser el primer síntoma.
- Falta de aire al realizar actividades, que se convierte en falta de aire durante el descanso.
- Imposibilidad de hacer tanto ejercicio como antes.
- Tos seca, al principio.
- Posteriormente, tos que produce esputo espumoso y que puede tener un color rosado o sangre.
- Latidos muy rápidos del corazón (taquicardia).
- Debilidad.
- Dolor en el pecho.
- Febrícula.
Referencias: